Page 190 - Secundaria - Comprometid@s con la Historia de México - 3er Grado
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                            La idea central fue industrializar al país, reducir la importación de productos extranjeros y sustituirlos por productos nacionales; en una pa- labra, se pretendía efectuar una sustitución de importaciones. Para ello, el gobierno mexicano fijó impuestos muy elevados a las mercancías extran-
jeras, de modo que fueran más caras que las mexicanas y se protegiera así a la industria nacional. Sin embargo, surgió un problema grave: México
tuvo que importar de los países industrializados la maquinaria y la tecno- t
logía que necesitaba la industria nacional; resultó que salíamos perdiendo l
porque importábamos más de lo que exportábamos. Otro problema grave p
fue que el gobierno gastó demasiado. No obstante, muchas empresas públi- f
cas crecieron en esa época: Altos Hornos de México, Industria Eléctrica de c
México, la Fundidora de Monterrey y las fábricas de papel de Loreto y Peña M
Pobre, entre otras. 4P
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En la década de los sesenta, empresas
de otros países se esta- blecieron en el nuestro y construyeron algunas plan- tas, como la que ves. Esto tuvo un fuerte impacto.
tan sólo tres años ese déficit se quintuplicó.
Muchos empresarios sacaron su dinero de México y, en consecuencia, disminuyó la reserva monetaria del Banco
de México. (La reserva monetaria es la cantidad de oro y divisas depositada en el Banco de México; respalda el tipo de cambio al garantizar la capacidad de pago del país en sus compromisos con el exterior.) Esta reserva, que en 1972 todavía era positiva, se fue deteriorando hasta convertirse en un déficit de 333 millones en 1976. En estas condiciones, fue inevitable otra devaluación del peso. En 1976, justo un día antes del último informe de gobierno de Luis Eche- verría, se anunció que se abandonaba el tipo de cambio fijo de 12.5 pesos por dólar, que había permanecido estable durante 21 años y que la paridad cambiaria entraba en “flotación”, es decir, en libertad para que la oferta y la deman- da determinaran la nueva equivalencia del peso mexicano frente al dólar. En la práctica, la flotación equivalió a una devaluación cercana a 100%. Además, se generó inflación: los precios aumentaron desproporcionadamente respecto de los salarios. El gobierno intentó controlarla prohibiendo el aumento de los precios y salarios. La mayor parte de las industrias sufrió pérdidas o sus ganancias no fueron suficientes y en general no pudo dar buen mantenimiento a sus máquinas ni adquirir nuevas. El gobierno de Echeverría tuvo una crisis de enormes dimensiones.
Del milagro mexicano a la petrolización de la economía
A mediados de 1977, durante la administración del presidente José López Portillo (1920-2004), quien gobernó de 1976 a 1982, se anunció el descubrimiento de importantes yacimientos de petróleo en el sureste de nuestro país. En ese año los precios del petróleo eran muy altos, por lo que se pronosticaban ganancias extraordinarias. Para que te quede claro esto, piensa que en 1960 el precio por barril era de cuatro dólares y para 1979 era de 38 dólares. El gobierno de López Portillo puso todas sus esperanzas en el petróleo.
Gracias a los años de bonanza del petróleo, México construyó refinerías y complejos petroquímicos. El discurso oficial de López Portillo decía que la labor económica del gobierno debía consistir en “administrar la abundancia”. Esto tuvo una fuerte influencia entre la población, pues la gente comenzó a ver el futuro económico con mucho en- tusiasmo. En general, se pensó que la venta de petróleo era un gran negocio que resolvería todos los problemas eco- nómicos. En 1974 el petróleo constituía 75% de las exportaciones totales del país; era la fuente más importante de recursos para el gobierno, por encima de la industria, el campo, el turismo y las remesas de dinero que se enviaban desde Estados Unidos.
Desafortunadamente, en 1981 los grandes consumidores de petróleo impusieron una política de ahorro de energéticos, rompieron alianzas con los productores de petróleo más importantes que regulaban los precios del combustible (los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP, de la que México no forma parte) y dejaron a México con muchas deudas y un petróleo de muy bajo precio. En 1983 el costo de un barril bajó de 32 a 27 dólares.
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 Cuando los precios del mercado interno aumentaron más que los del externo, los productos extranjeros se abarataron y perjudicaron a los productos y empresas mexica- nos, la economía mexicana registró problemas y fue necesario devaluar el peso en 1954.
La administración de los presidentes Adolfo López Mateos y de Gustavo Díaz Or- daz, entre 1958 y 1968, continuó impulsando a la industria pero cuidando estabilizar los precios y controlar los gastos del gobierno. A esta etapa que siguió al milagro mexicano se le ha llamado “desarrollo estabilizador”; contuvo un poco los problemas económicos; sin embargo, no lo consiguió por mucho tiempo. Se recurrió al crédito externo y si bien fue un respiro, no fue una curación definitiva.
En 1972, el déficit de la balanza comercial (la diferencia negativa entre lo importado y lo exportado) fue de 762 millones de dólares más de importaciones que de exportacio- nes; en 1973, de 1 175 millones; en 1974, de 2 558 millones, y en 1975 de 3 693 millones. Lo anterior significa que en
         En grupo planteen algunas causas y consecuencias de este proceso.
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