Page 83 - Secundaria - Comprometid@s con la Historia de México - 3er Grado
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                           Las ciudades no estuvieron exentas de violencia. Sobre todo al final del periodo virreinal esta situación se agudi- zó. Si observas el esquema “Crisis al final del Virreinato” podrás comprender que la situación de Nueva España estaba llegando a un límite peligroso. Las guerras de España contra Francia e Inglaterra trastocaron los intereses económicos de los mineros, de la Iglesia, de los demás terratenientes, de los comerciantes y hasta de los indígenas. Aparte, las haciendas al expandirse (tema que estudiarás en el siguiente apartado) acapararon las tierras de indígenas, por lo que muchos de éstos tuvieron que desplazarse a las ciudades donde por no encontrar trabajo vivían en la miseria. Para colmo, la más aguda crisis por heladas y sequías de todo el periodo virreinal, tuvo lugar entre 1785 y 1786. Imagina la gravedad de la situación al considerar que el costo de una fanega (medida equivalente a 47 kilos) de maíz aumentó de seis a 20 reales. No sólo la gente común de las ciudades y del campo sufrió esto. Los ganaderos y los mineros, cuyas mulas y bueyes consumían maíz y rastrojo, padecieron el aumento en el precio del alimento. ¡Y España seguía expri- miendo a Nueva España! La Real Cédula sobre Enajenación de Bienes Raíces y Cobro de Capitales de Capellanías y Obras Pías empeoró las cosas. Dicha cédula, aplicada en 1804, consistió en vender los terrenos de la Iglesia y en enviar el dinero recaudado a la Corona, junto con el obtenido por el cobro de servicios religiosos en las capellanías. Provocó efectos devastadores sobre la agricultura, los talleres, el comercio y en general sobre la sociedad novohispana porque limitó las funciones económicas y de seguridad social que desempeñaba la Iglesia y no hubo algo que las sustituyera. ¡Fue como si de pronto hoy se cerraran los bancos y los hospitales!
 Guerra de España contra Francia e Inglaterra.
  1
  Para afrontar gastos España aumenta impuestos
y ordena préstamos forzosos a la Nueva España.
  1
  Interrupción del comercio por guerras; Inglaterra bloquea el suministro de azogue y se afecta la minería.
  1
  Severa crisis agrícola aumenta el precio del maíz y el rastrojo como alimento para humanos y animales.
  5
    Crisis
al final del Virreinato
  Así las cosas, las ciudades vivieron levantamientos populares como protesta ante las malas condiciones, el hambre y el mal gobierno. En los archivos históricos se encuentran noticias de palacios o casas señoriales que fueron apedreados o incluso incendiados, de comercios saqueados y conspiraciones (reuniones secretas para planear medidas contra el poder) organizadas para manifestar el descontento. Al estudiar tales revueltas y conspiraciones, los investigadores han encontrado que ocurrían ante una situación particular (por ejemplo, un maltrato especialmente grave), pero que ni es- taban bien organizadas ni tenían fines bien establecidos por
lo que se apagaban pronto por sí solas o para las autoridades
era relativamente fácil suprimirlas.
 El crecimiento de las haciendas y los conflictos rurales
En el siglo XVIII era crítica la situación de los pueblos de in- dios. A los indígenas se les había obligado a emplear el espa- ñol como idioma oficial y a olvidarse de sus idiomas origi- narios. Por otra parte, las tierras propiedad de esos pueblos ya no eran suficientes para sostener a la crecida población indígena.
Esa situación empeoró a consecuencia del crecimiento de las haciendas. En efecto, si bien dicho crecimiento contri- buyó a la bonanza económica de Nueva España, en muchos casos el incremento de su extensión territorial fue a costa de los pueblos de indios. En el Archivo General de la Nación abundan documentos relativos a pleitos por linderos ocurri- dos en la segunda mitad del siglo XVIII. Fue común que los comerciantes y mineros utilizaran esta manera de hacerse de tierras: presionar a los pueblos, tras una sequía o helada, para que les vendieran sus propiedades, generalmente a precios bajos. Y no sólo fueron compradas abusivamente sino que también se despojó a muchos indígenas de sus tierras porque
Figura 2.12
En el Museo del Nuevo Mundo, que se encuentra en La Rochelle (Francia), se encuentra esta vista del Santuario de Guadalupe en el siglo XVIII (hoy Basílica, en el Distrito Federal). Mucha gente acudía a pedir auxilio y amparo ante las crisis. Gracias a la corte- sía de Miguel Gleason contamos con esta fotografía.
         Nueva España, desde su consolidación hasta su Independencia 83














































































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