Page 91 - Secundaria - Comprometid@s con la Historia de México - 3er Grado
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                104 diputados, siete de ellos novohispanos. Las cortes se reunieron a partir del 24 de septiembre de 1810 y final- mente promulgaron el 19 de marzo de 1812 la Consti- tución de Cádiz (llamada así porque se promulgó en esa ciudad española).
Esa constitución estuvo influida por la constitución estadounidense de 1787 y por la francesa de 1791. En consecuencia, la de Cádiz aceptaba que la soberanía no residía en el rey sino en el pueblo. La Constitución de Cádiz se dio a conocer en Nueva España el 21 de sep- tiembre de 1812.
El pensamiento social de los insurgentes
Calleja y los demás jefes realistas pensaron que el espíritu y la letra de la Constitución de Cádiz favorecían en gran parte a los principios y los ideales sociales y políticos de los insurgentes. En efecto, implicaba abolir los grandes privilegios, la Inquisición y las repúblicas de indios; qui-
taba poder a la Iglesia, que de ahora en adelante tendría que entregar cuentas de sus bienes al Estado e incluso ce- derle algunos; la religión católica seguía siendo la única, pero curas, frailes y monjas perdían privilegios. Esa cons- titución y ese pensamiento escandalizaron a las facciones más conservadoras.
Conviene reflexionar aquí en torno a los términos que usaban los insurgentes. Hidalgo, como sabes, excla- maba: “¡Viva Fernando VII! ¡Muera el mal gobierno!”. En el bando (mandato solemne) que José María More- los y Pavón (1765-1815) publicó por encargo de Hidalgo, puedes identificar el nombre con el que se denominaba, en los primeros meses de la guerra insurgente, a los habi- tantes de Nueva España. Dicho bando se cita a continua- ción. El documento original se encuentra resguardado en el Archivo General de la Nación en el Fondo Opera- ciones de Guerra, tomo 936, foja 118.. Verás que la idea de independizarse se construyó con el paso del tiempo y según las circunstancias.
 El bachiller don José María Morelos, cura y juez eclesiástico de Carácuaro, teniente del excelentísimo señor don Miguel Hidalgo, capitán general del Ejército de América.
Por el presente y a nombre de su excelencia, hago público y notorio a todos los moradores de esta América y establecimientos, del nuevo gobierno, por el cual, a excepción de los europeos, todos los demás habitantes no se nombrarán en calidad de indios, mulatos ni otras castas, sino todos generalmente americanos. Nadie pagará tributo, ni habrá esclavos en lo sucesivo, y todos los que tengan serán castigados. No hay cajas de comunidad y los indios percibirán los reales de sus tierras como suyas propias.
 17 de noviembre de 1810.
Fragmento de Bando publicado en el Cuartel General del Aguacatillo (Guerrero). Fuente: Ernesto Lemoine, Morelos y la Revolución de 1810, 3a. ed., México, UNAM, 1990, p. 211.
     Construyo mi opinión
En años recientes, gracias a la lucha por la equidad de género, en Historia se ha estudiado la participación de las
mujeres en la construcción de nuestro país. Así, además de estudiar a las mujeres famosas como Josefa Ortiz de Do- mínguez, Mariana Rodríguez del Toro, Gertrudis Bocanegra, María Ignacia Rodríguez, Osorio Ibarra (conocida como
la Güera Rodríguez) y Leona Vicario, también se han estudiado otras mujeres como Manuela Medina, indígena que incluso obtuvo el nombramiento de capitana. Hoy se investiga sobre mujeres que no sólo acompañaron y cuidaron a
los insurgentes alimentándolos, lavándoles la ropa y curándolos sino que participaron como correos y espías; también hubo monjas que curaban a los heridos de ambos bandos e indígenas que molían en sus metates el salitre y el azufre para fabricar la pólvora para las armas. Hubo también mujeres que adornaban con flores los cañones, para infundir ánimo a los soldados. Y como muchos hombres las criticaban diciendo que sólo lo hacían por amor a sus esposos, novios o amantes, Leona Vicario escribió en 1831 un texto que es digno de discutirlo: “ ...No sólo el amor es el móvil de las acciones de las mujeres: ellas son capaces de todos los entusiasmos, y los deseos de la gloria y de la libertad de la patria... antes bien suelen obrar ellas con más vigor y desinterés...” ¿Qué tal compartir los frutos de su discusión con un mural sobre las mujeres en la Independencia y colocarlo en un lugar visible en el escuela?
Nueva España, desde su consolidación hasta su Independencia 91



















































































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