Page 132 - Ejercicio de Autogestion.
P. 132
Se pueden utilizar estas dos ratios, la que compara el beneficio antes y después de gastos
financieros y la que nos mide la correlación entre los capitales propios y el activo total para
comprobar si una empresa tiene un apalancamiento financiero positivo.
Resulta de la división del beneficio ante de impuesto / beneficio antes de interés e impuestos
por el activo / los capitales propios.
Y si el producto es inferior a 1, significa que la deuda no le conviene a la empresa porque
reduce su rentabilidad financiera. El apalancamiento no siempre será positivo, la deuda es
beneficiosa para la empresa ya que el apalancamiento financiero solo informa de si el uso de
la deuda hace elevar la rentabilidad financiera, y no tiene en cuenta si la deuda puede ser
excesiva o si se puede devolver o no.
Este apalancamiento depende de si la empresa genere unos beneficios antes de intereses e
impuestos suficiente para poder hacer frente al coste financiero.
O de si el coste financiero de la deuda, a medida que los tipos de interés sean más elevados
es más difícil que el apalancamiento produzca un efecto positivo.
O del volumen de la deuda, un alto volumen de deuda desaconseja, por prudencia, un mayor
apalancamiento financiero.
Descomponiendo esta ratio en varias ratios representativas de una seria de variables
económicas que inciden cada una de ellas de forma individual en la rentabilidad de la
empresa.
De esta forma podemos decir que la rentabilidad financiera depende de cuatro variables:
• El beneficio antes de intereses e impuestos obtenido en la cuenta de explotación
• La rotación de sus activos.
• El efecto apalancamiento financiero.
• El efecto fiscal.
Para que la rentabilidad financiera aumente, cada una de las ratios anteriores ha de crecer:
• Aumentando el margen: elevando precios, potenciando la venta de aquellos productos
que tienen más margen, reduciendo los gastos o una combinación de las medidas
anteriores.
• Aumentando la rotación: vendiendo más, reduciendo el activo o ambos.
• Aumentando el apalancamiento: buscando la mejor proporción entre deuda, capitales
propios y gastos financieros.
• Aumentando la ratio de efecto fiscal: optimizando dentro de la ley el efecto que
supone el impuesto de sociedades sobre la cuenta de resultados de la empresa.