Page 25 - MANOS COMO DEDOS DE AGUA
P. 25
Yo insistía : - Imposible Gustavo, necesito que
vuelvas en el próximo avión para Madrid, así
tengas que atravesar la selva en burro. ¡ Fíjate lo
que te digo !.-
Gustavo hacía lo posible para convencerme : -
Ruth, escucha, yo también quiero estar en Madrid
ahora mismo, pero mi jefe me ha dado una
conferencia advirtiéndome...-
- ¡ Y una mierda tu jefe y escúchame tú a mí...-. El
ruido de fondo en la línea era lo que se escuchaba
de forma más nítida; pero yo intentaba resumir a mi
novio la situación que estaba atravesando.