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La pedagogía progresista, también denominada educación progresista, es una
corriente pedagógica contraria a la educación tradicional, que tuvo lugar a finales del
siglo XIX y se siguió desarrollando en el siglo XX.
La educación tradicional estaba constituida por lecciones rígidas, una labor
unidireccional del profesor y una actividad memorística por parte de los alumnos.
Asimismo, la autoridad del profesor estaba muy reconocida y no se desarrollaban las
habilidades individuales del alumnado. Ante esta situación, un grupo de profesores de
Europa y Estados Unidos comenzaron a demandar un nuevo formato del sistema
pedagógico.
La España de Isabel II, era casi en su totalidad analfabeta, ya que solo los ciudadanos
con recursos económicos tenían acceso a la educación, lo que conllevaba que hubiera
una gran cantidad de niños sin escolarizar. La Iglesia tenía el control total de las
escuelas.
Claudio Moyano consiguió que se aprobase en 1857 la Ley de Bases y poco después
la Ley de instrucción Pública, en las que se establecía, que la educación fuera gratuita
para los pobres, y que fuera obligatoria hasta los nueve años. Las escuelas serian
municipales en elemental y la enseñanza superior correría a cargo de las diputaciones,
el Estado se haría cargo de las universidades. A esta ley se le llamó Ley Moyano,
siendo respaldada tanto por moderados como por progresistas, aunque estos últimos
no estaban de acuerdo con el poder que se le daba a la Iglesia. Muchas de sus ideas
tuvieron vigencia en España hasta 1970.
Los problemas políticos que vivió España durante ese periodo hicieron casi imposible
que la educación avanzara.
En 1857, Sanz del Rio introdujo en España el KRAUSISMO, (doctrina filosófica
progresista, del alemán Karl Krauss que pretendía encontrar un punto medio entre el
materialismo y el idealismo), creando un conflicto entre tradición y modernidad. A partir
de ese momento, la filosofía de Krause se introdujo en los ambientes universitarios de
Madrid.
El Krausismo español promovía la renovación del pensamiento y elogiaba el
humanismo. Defendía la independencia de toda influencia eclesiástica, promovía un
cambio en la educación, ensalzaba un sistema formativo más abierto con una mayor
reivindicación del individuo y buscaba un sujeto con valores que mejorara la sociedad
en la que vive. Las ideas Krausistas fueron secundadas por muchos pensadores que
defendían una sociedad más equitativa y moral, aunque también fueron criticadas en
los sectores más conservadores de la sociedad que seguían fieles al dogma religioso,
esto originó que en 1868 y 1874 se produjeran las llamadas Cuestiones Universitarias,
lo que conllevó la separación de cátedras y el enfrentamiento del poder religioso y el
Estado con los profesores que defendían la libertad de la enseñanza y la libertad de
cátedra.
En 1876, Giner de los Ríos junto con algunos catedráticos humanistas de su época,
crean La Institución Libre de Enseñanza (ILE) y la Residencia de estudiantes.
Separados de la universidad por defender la libertad de cátedra y negarse a impartir
sus enseñanzas ajustándose a los dogmas ofíciales en materia religiosa, política o
moral. Siguieron su ocupación al margen de los centros universitarios del Estado,