Page 18 - Resiliente
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cuando pasé por la morgue en mi escape del hospital, lo que vi

                                    simplemente fue terrorífico para mí, algo que trasciende toda
                                    imaginación, algo que solamente se ve en películas, algo que

                                    me espanto desde una forma visceral y horrible, los muertos
                                    viven, y los vivos mueren y se convierten en muertos.



                                    No sé cómo, no sé por qué, no sé qué diablos paso, pero sus

                                    funciones cognitivas están totalmente afectadas, no piensan,
                                    ni hablan, ni razonan, solamente atacan, un ataque casi animal,

                                    casi irracional, algo que no tiene ni son ni ton, no puedo dis-
                                    cernir por qué harían algo así, posiblemente lo que les queda

                                    es un instinto errado, un estanque evolutivo que se creó por
                                    algo artificial, no estoy seguro que diablos los lleva hacer,

                                    lo que hacen, pero lo más importante es saber que lo hacen...



                                    No sé si es reversible, pero creo que, si sé que la muerte lo
                                    es, en mi interior algo me dice que no lo es, conozco en

                                    parte la naturaleza de mi objeto de estudio que es el hombre,
                                    es volátil, es escandalosa y es asustadiza, y estoy seguro de

                                    que lo que está haciendo el gobierno, eso de ocultar la exis-
                                    tencia de los infectados y ocultar la situación internacional

                                    es una bomba de tiempo, y solamente hace falta pensar cinco
                                    segundos lo que pasaría cuando la gente se entere que las ca-

                                    lles de las ciudades se llenara de millones y millones de revi-
                                    vidos que atacaran sin razón a todo el mundo sin escrutar raza,

                                    sexo y edad. Nada. Solamente vendrán. Los militares, es obvio
                                    que se la están pasando mal, lo estoy viendo con mis propios

                                    ojos, estas zonas militares solamente son una cosa, se están
                                    preparando planes de contraataque y de escape que es lo peor.






                                    Por ende, mi querido lector, estoy planeando mi escape aquí,
                                    agazapado en mi jeep, escribiendo con la luz de un celular cuya

                                    señal fue afectada por algún dispositivo, estoy aquí sentado
                                    sin hacer más que esperar a que se despeje la calle intentando

                                    reunir valor y coraje y pensar en qué diablos voy hacer una vez
                                    me vaya de la zona militarizada, que probablemente será una vez




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