Page 19 - Resiliente

salga de los viaductos de este casco de la ciudad de Mérida,

me pregunto si Mauro, Máximo y mi familia seguirán con vida,
me pregunto si se preguntan si estoy con vida, o simplemente

habrán hecho lo más sensato que es largarse a un sitio alejado
de la ciudad y llevar mucha comida, y rogar a Dios que llegue

alguien que arregle todo este meollo.

Solamente se me vienen a la cabeza ciertas ideas para lo que
sigue con mis días, sé que el gobierno seguirá mandando tropas,

la marina hará lo suyo con las ciudades más afectadas, supongo
que de Caracas no queda nada y pensar en la familia que tenía

allí es inútil, supongo que las ciudades grandes están siendo
víctimas de alguna clase de batalla por terreno, y supongo que

las aguas estarán plagadas de yates y barcos de gente y milita-
res o desertores o en oficio que intentan escapar o defender las

costas de Nueva Esparta y las islas, supongo todo esto.

Me provoca indagar más, pero me da miedo llamar, me da miedo
averiguar por qué no sé con qué me voy a encontrar, pero igual

lo hare mediante vaya avanzando, por ahora solamente se me ocu-
rre volver a La Pedregosa, es un sector en la Avenida Los Pró-

ceres, que es la panamericana de la ciudad, la que atraviesa
la misma, conjuntamente con Las Américas, con La Urdaneta y La

Andrés Bello, es una de las avenidas grandes, el sector es poco
poblado y suficientemente alejado.

Allí hay una urbanización donde viven mis padres, que asumo se

han ido de la ciudad o continúan allí, es lo que haría Máximo
y Mauro, llegarse allá y comenzar a cubrir la urbanización que

está rodeada de muro, es suficientemente segura como para usarla
de refugio y hay suficientes casas como para esconderse bien,

la otra es que, si llego sin comida, entonces será lo mismo,
estaré atrapado en un lugar sin comida y sin provisiones, solo

basta que pasen un par de semanas para que se agote todo lo que
encontremos a los alrededores asumiendo que haya y vendrán las

tragedias... debo llevar provisiones.

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