Page 23 - Resiliente
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También encontré unas linternas, de una me estoy valiendo para
escribir todo esto, también encontré un par de pistolas de nueve
milímetros, unas cuantas cacerinas y dos paquetes de balas que
coincidían con el calibre, llevo encima una escopeta calibre
doce, no me molesto en poner marcas porque realmente dudo que
importen, lo que importa es el uso, tengo un cuchillo y una
mochila, no había demasiado, solamente todas esas escopetas po-
liciales de las cuales me tome la libertad de escoger personal-
mente la que más me gusto en forma.
No puedo hacer nada más, por ahora, simplemente dormiré, dor-
miré hasta que se me pase el temor de lo que vi en la morgue
esta noche, dormiré para ver si mi mente suprime tantos gritos
que escuche de los pobres forenses que vi siendo destrozados en
la morgue y llorare por todos esos amigos que fallecieron en
esa invasión de los Revividos al hospital... ahora estoy con-
vencido totalmente de que no existe cura para esos demonios,
cualquiera que sea el ser que haya habitado antes en esos cuer-
pos se ha ido y ahora habita un monstruo, algo desalmado, no
vaciles, si ves uno, mátalo, acaba con el... porque si le das
la oportunidad estarás muerto o infectado... si me llego a in-
fectar, y me ves, entonces por favor te pido que me mates, dis-
párame y libérame de esa maldición.
Estoy convencido, como físico, biólogo, medico... que esas
criaturas infectadas con tal horrendo virus, definitivamente y
hasta estas alturas, este día a las doce menos cuarto de la
noche, afirmo que no son humanos.
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