Page 214 - Resiliente
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Mi cuello se ha vuelto venoso, pero estoy más pálido, mis bra-
zos, pecho y espalda han crecido, pero mis ganas de vivir han
disminuido de la forma más convencional... mis piernas se man-
tienen fuertes, aun no fallan, pero no quieren moverse más...
o quizás sí, pero quieren saber en qué dirección hacerlo, el do-
lor me ha moldeado, creo yo, soy una persona fuerte y no voy a
caer en modestias ni en tonterías, hoy en día, lo más razonable
que todos podemos hacer es ostentar de las habilidades que te-
nemos, soy fuerte, aun lo soy, y lo seré hasta el momento que mi
corazón deje de latir, y espero sea por las razones correctas.
Hoy en día, todo puede cambiar en un minuto, la vida se desvió
a esta forma, y esta forma tiene muchas desviaciones y en ellas
habita la muerte, esperando a cobrarse más vidas, las pocas
que han de quedar en el orbe.
Entrenare mientras pueda entrenar, así no tenga ganas, respi-
rare mientras pueda hacerlo así no halla fuerza, hare todo lo
que en mi espalda, brazos, piernas, pecho y alma me posibili-
ten, en pro de proteger a Camila y mis hermanos, a todos
aquellos a que pueda proteger, protegeré, todos estamos
en un mismo bando, así halla gente pensando que no, gente
que se mate, todos somos humanos y siempre lo fuimos, apartir
de ahora todos debemos estar unidos y permanecer asi.
Morimos porque pensábamos que no todos somos iguales...
que habían escalafones que discriminaban a quien se podía apo-
yar y a quien no y en vez de apoyarnos, nos intentamos recluir
en nuestros propios muros, intentando sobrevivir por nuestros
medios, y eso fue lo que nos destruyó en primer lugar.
La desconfianza, no culpo a nadie, culpo a todos nosotros,
a la humanidad entera por haber permitido que la muerte
la destruyera y el miedo sustituyera las esperanza, seremos
fuertes hasta que ya no debamos serlo, y nuestros músculos
se atrofiaran, mi espalda dejara de luchar, el día en que valga
la pena dejar de hacerlo... o el día en que muera.
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