Page 216 - Resiliente
P. 216

—Es una puta locura, una puta locura, no están pensando

                                    con claridad mierda, como psicólogo les digo que en situaciones
                                    de estrés... y en este caso a la mierda el estrés, la gente

                                    suele cambiar, y lo digo por experiencia, ¡Por Dios en la mal-
                                    dita escaramuza del ejército paso un puto camión disparándome

                                    con ametralladoras! ¿Qué creen que es eso? ¡Grupos aparte del
                                    nuestro fuera! ¡Y ni hablar si son hombres! El cerebro humano

                                    es una puta esponja, absorberá todo el mal que le rodea,
                                    el entorno te amolda. —respondió Máximo a la propuesta.

                                            —No podemos simplemente calificar a todos aquellos que
                                    hayan sobrevivido con tu teoría Máximo. —dijo Mauro enlazando

                                    las manos —Entiendo que te da miedo pero...
                                            —No me da miedo Mauro —dijo Máximo poniendo un dedo sobre

                                    la mesa —estoy pensando, cosa que ustedes aparentemente no,
                                    si metemos gente aquí, nos estamos arriesgando a más de una

                                    cosa ¡A más de una! Y tenemos mucho que perder ahora.
                                            —¿A dónde vamos a llegar, Máximo, si no metemos más gen-

                                    te? —dije yo mirándole —¿Crees que tú vas a poder aguantar los
                                    turnos nocturnos a la vez que tienes que pelear con los Zs para

                                    que no se aglomeren demasiado? ¿Serás tú el que aguante ir a
                                    buscar tres mil litros de agua en el rio a punta de baldes y a

                                    pie? ¿Tu solo? ¿Qué pasa si una horda de esas viene hasta aquí?
                                            —Pues fue por eso mismo que propuse lo de las armas de

                                    fuego en el Cuarte de Milla y en el G.R.I.M —dijo Máximo enco-
                                    giendo los hombros.

                                            —Máximo, no. —dijo Mauro mirándole —Yo entiendo bien que
                                    tengas la preocupación por el refugio, pero de verdad es absurdo

                                    rechazar a alguien con vida que encontremos fuera y negarle una
                                    oportunidad acá, se supone que esto es la esperanza, nuestra

                                    esperanza para vivir...
                                            —¡De nosotros! ¡Nuestra! —grito Máximo sonriendo —¡Noso-

                                    tros lo construimos! ¡Nosotros lo llenamos! ¡Nosotros lo hemos
                                    protegido! ¡Somos nosotros los que tenemos la maldita responsa-

                                    bilidad de cuidarlo! ¡CUIDARLO muchachos! No arriesgarlo.
                                            —Máximo jamás te había visto tan paranoico en mi vida.

                                    —dije yo mirándole —Necesitamos ayuda, más gente y si bien
                                    vamos a escuchar tu propuesta de ir a por esas armas entonces




                   216
   211   212   213   214   215   216   217   218   219   220   221