Page 221 - Resiliente
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Me percato del estado de descomposición de todos esos indivi-
duos, zombies... están realmente comenzando a oler horrible,
la ciudad tiene un hedor prácticamente insoportable, por lo
que Máximo salió con un comentario diciendo “deberíamos usar
máscaras de gas”
A partir de ahí fuimos con las ventanillas cerradas, si esto
era así en una parte de la ciudad que era relativamente despo-
blada, no sé cómo sería el centro o el norte de la ciudad cuya
población es inmensamente más densa.
Llegamos a la Av. Andrés Bello tras dejar atrás el cuartel de
bomberos y las casas del sector de Belenzate, pudimos ver que
la calle con excepción de algunos cúmulos de Zs estaba relati-
vamente despoblada, use la tracción 4x4 de la camioneta y subí
sobre los encerrados para llegar al canal libre de autos aban-
donados (los otros estaban intransitable) a medida que subimos
pasamos junto al CC las Tapias, y vimos que el trolebús había
salido del carril por donde iba y se había estrellado contra
una de las tiendas, todas las ventanas inmundas estaban rotas
y el chapado delantero aplastado.
Esquive el enorme coloso rojo y pase por una estrecha abertura
entre él y otro montón de autos abandonados, vimos un buen
número de Zs cercenados saliendo de debajo del Trole y por las
ventanillas estirando sus rígidos y fríos miembros grisáceos.
Todos sentimos escalofríos con esa escena, tanto así fue que
acelere el Toyota y perdimos el siniestro de vista, en aquella
marea de autos abandonados (Seguro intentando salir de la ciu-
dad cuando se rompió el segundo bloqueo) comenzaron a salir Zs
atraídos por el ruido del motor, vimos hasta a los niños zombi-
ficados, y quedamos helados ante las terribles visiones, comen-
cé a esquivarlos y finalmente llegamos a una zona donde habían
colocado un bloqueo militar de sacos de arena y una especie de
plancha de acero gigante plegable. (algún intento de re-armar
el bloqueo, pienso yo).
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