Page 9 - Proyecto de sostenibilidad Wayuu - Ana María Fandiño
P. 9
hecho, muchos indígenas tienen que caminar cinco y hasta diez kilómetros para llevar agua a sus rancherías.
El Espectador estuvo en el velorio de Rita, una pequeña de siete meses en una comunidad que está a 30 kilómetros de Manaure. El cuerpo de Rita estaba en una cajita de madera que hizo su papá y la estaban velando dentro de la choza, repleta de indígenas que rezaban por ella. Los wayuus son en su mayoría católicos y entierran sus muertos en los cementerios que hacen cerca a sus rancherías. Los papás de Rita ya habían perdido otra hija de dos años, también, según ellos, por desnutrición. No reportaron las dos muertes con el mismo argumento de que eso no sirve realmente para nada, pero además, y eso se entiende cuando se llega hasta allá, porque las posibilidades de transportarse hasta el municipio más cercano son casi nulas debido al difícil acceso a la zona y la falta de medios.
Según Javier Rojas Uriana, representante legal de la Asociación de Autoridades Tradicionales Indígenas Wayuu Shipía Wayuu, en los últimos cinco años han fallecido 4.700 menores por desnutrición. “Eso representa sólo el 45% de las rancherías porque por falta de recursos no pudimos llegar a todas”, dice.
El Espectador consultó con Cristina Plazas, directora del ICBF, su opinión sobre esa cifra y ella señala que “independientemente de las cifras es inconcebible que mueran niños. Lo importante es la articulación con las autoridades indígenas, ya que el ICBF ha venido cumpliendo con los compromisos. Sin embargo, el ICBF no puede solo con el problema”. Afirma que el agua y la sequía del departamento son los mayores problemas de la población y cree que la mayor barrera para solucionarlos es que “el Estado es muy garantista y no les exige a las comunidades indígenas obligaciones para que también aporten soluciones. Los indígenas deben ser parte de la solución”.
Vuelve entonces el tema de la alimentación y la asistencia que el Estado les da a los indígenas de la región porque varios líderes de las comunidades, como lo dijo Arpuchana en la Comunidad Verde, insisten en que los operadores contratados por el ICBF le llevan una vez a la semana un pan y una bolsita de leche de 200 ml a cada niño. Según la directora de nutrición, Ana María Ángel, eso no es verdad, “esa modalidad no existe”. Y aclara que hay “un paquete que se entrega en la modalidad Entorno Familiar y es sólo para el niño, para las madres gestantes o en período de lactancia. La dificultad es que en ocasiones la familia lo consume, ya que no tiene otras