Page 139 - METAFÍSICA 4 en 1 edicion 1 y 2
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Eres la Presencia de Dios consciente y en acción. Lo has decretado con las palabras YO
SOY. Ya sabes que todo lo que se decreta con el YO SOY pone en movimiento todo el
Poder de Dios, y se hace instantáneamente.
Vamos a practicarlo. Piensa en algo que necesita ser remediado, por ejemplo, los barrios
pobres, aglomeración de ranchos sin agua, sin cloacas, sin luz y sin comida ... No hagas
nada: sólo piensa la Verdad . Toda esa gente posee el átomo permanente en el corazón.
Son también cada uno la Presencia de Dios, que al haber sido contactadas con tu
pensamiento en ellas, entraron en tu radiación, son iluminadas con tu Sol, forman ya parte
de tu océano de vida. Ya no pueden continuar como lo han estado. Ahora tienen que
comenzar a purificarse de la imagen de miseria, desempleo, hambre y enfermedades que
las han tenido hundidas en esa obscuridad.
Piensa ahora en algo que esté en tu ambiente inmediato, referente aun familiar, o un
amigo o amiga, o sea algo que tú puedes chequear luego. Piénsalo nada más, conociendo
la Verdad de su átomo permanente, su Presencia de Dios, y puedes repetir tu afirmación de
la mañana: "YO SOY LA RADIANTE, BRILLANTE PRESENCIA DE DIOS, sin limitaciones,
sin edad ni tiempo, sin impureza y sin imperfección". Ya está. Puedes repetir esto tantas
veces como lo quieras para satisfacerte de que has hecho algo por ese caso, pero siempre
que tú hagas tu tratamiento al abrir los ojos, no hay necesidad de hacer nada más.
Verás cómo poco a poco el tratamiento se te ya extendiendo él solo y encuentras que
todo el día, en todas las circunstancias, te acude a tu mente, hasta que siempre estarás
consciente de la Presencia de Dios en ti y en los demás, en todo lo que te rodea y en todo
lo que existe, basta con pensar en Dios para que El entre, domine y perfeccione.
COSMOGRAFÍA
La mayoría de los humanos saben muy poco respecto al Universo que habitamos. Este
saber se limita a: La Tierra, como habitáculo suyo, el Sol; que nos ilumina y nos calienta; la
Luna porque es nuestro "satélite" y misteriosamente tiene que ver con las mareas; las
estrellas "que salen de noche", y finalmente los planetas más cercanos a la Tierra. Aparte
de que la curiosidad ha impedido a nuestros co-humanos tratar de viajar al "satélite", es
todo lo que el ser corriente conoce más allá de su nariz.
El rechaza todo intento de hablar sobre las condiciones vitales de otros planetas. Sobre
todo rechaza categóricamente la idea de que pueden estar habitados. Para él ya se dijo
todo con la explicación de que "no habiendo aire, no puede haber "vida". Le satisfacen
estas teorías superficiales ya que no se molesta en empezar a meditar si la "vida" puede o
no tener formas diferentes a las que él ve en su contorno, y ante la sugerencia de que un
ser humano puede que sea distinto, en tierras y condiciones diferentes a la nuestra, estalla
en una explosión de risa y comienza a formular chistes tontos sobre formas humanoides-
animaloides con características vegetales, etc.
El concepto lapidario es: "si no hay aire no puede haber vida" y se olvida que los peces
son "vida", que los microbios son "vida" y que existe una especie de ellos llamados
anaerobios, precisamente porque viven sin aire. Se olvidan de que la "vida" se adapta a las
condiciones y medio en que nazca y allí perdura y que sólo el cambio violento de un medio
a otro medio para el cual no ha sido adaptada, es lo que no acepta.
Primeramente, el diseño divino de un ser con cabeza, facciones, pies, manos y órganos
indispensables es siempre el mismo, no importa el plano o planeta a que pertenezca.
Si pudiéramos ver a los habitantes de los otros planetas, nos asombraría constatar que
son idénticos a nosotros, unos más bellos, o más feos, más altos o más bajos, pero que lo
único que difiere es la materia que los compone. No serán de carne y hueso pero sí de
material que concuerda con su atmósfera y la sustancia química que conviene a su
ambiente y reino. Si las emanaciones de planeta son de mercurio, el habitante del planeta
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