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LÁGRIMAS DEL CORAZÓN

                      Según este hadiz los creyentes veraces cumplen con respecto
                  a nuestro nafs la función de espejos claros, sin ninguna mancha.
                  Dicho de otra manera, los que buscan pueden observar la realidad
                  de su condición y su esencia en el rostro de estas personas. No es
                  una observación material ya que el espejo del corazón va más allá
                  de la dimensión material. En él se pueden ver los misterios de los
                  mundos interiores en los que no hay otras formas que los reflejos
                  de la Luz de Allah. Por lo tanto, los buscadores de la verdad y
                  el conocimiento reciben la recompensa de este espejo y llevan
                  la belleza y la alegría en sus corazones. Son capaces de auto-
                  sacrificarse. Se despiden de su nafs y, en consecuencia, absorben
                  las bendiciones de Allah, hasta que llegan a estar completamente
                  inmersos en Él. Por esta razón, es imprescindible la compañía de
                  los siervos veraces de Allah, e interiorizar su conducta. Yunus
                  Emre dijo al respecto:
                      “La shari’ah, la ley de Islam, y el dhikr, son los caminos de
                  los creyentes sinceros y, sin embrago, la Verdad y el conocimiento
                  Divino están fuera de ellos.”




                      El gran maestro Rumi (ﻩﺮﺳ ﺱﺪﻗ) también se dio cuenta de que
                  era necesario estar siempre en compañía de los siervos sinceros
                  de Allah, wali, aquellos que han conformado su vida según el
                  modelo del Profeta Muhammad (r), para poder superar los
                  obstáculos del nafs, alcanzar el conocimiento Divino y completar
                  la inmersión en la Verdad. Lo ha ilustrado con el siguiente
                  ejemplo:
                      “¿Cómo puede una navaja formar y esculpir su mango sin
                  la ayuda de otra navaja? Muestra tus heridas a un verdadero
                  cirujano del corazón. No puedes curarlas tú solo.
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