Page 61 - LIBRO PALACE HOTEL MADRID
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Salvador Dalí y Josep Pla, durante uno de sus encuentros en el hotel.
Salvador Dalí and Josep Plá during one of their meetings at the hotel.
Fue, por entonces, cuando se decidió obtener una mayor rentabilidad de la planta situada a nivel de la plaza de Cánovas del Castillo. La com- pañía Iberia alquiló la mayor parte de la planta con objeto de abrir allí su o cina principal y soli- citó permiso al Ayuntamiento para que, delante de sus dependencias, estuviera la terminal de autobuses que iban y volvían del aeropuerto de Barajas. Junto a estas o cinas, fueron abiertas varias tiendas. La parte de la planta que daba a la Carrera de San Jerónimo se destinó a cine con el nombre de Cinema Palace. Otra de las noveda- des fue la decisión de Marquet de que el servicio de restauración, hasta entonces subarrendado a concesionarios, pasara a depender de la empresa propietaria de los hoteles.
También por esos años comenzó a vivir en el hotel Julio Camba. Luis G. de Candamo descri- be a Camba, escritor, articulista y gastrónomo, como «un hombre elegantísimo que vestía trajes perfectamente cortados, calzaba zapatos ingle- ses y usaba sombrero, pero que no tenía dinero». Según Candamo, Camba conocía a Juan March de antes de la guerra. Cuando en 1932, las Cortes retiraron la inmunidad parlamentaria al empre- sario por sus relaciones con la dictadura de Pri- mo de Rivera y March fue ingresado en la cárcel de Alcalá de Henares, parece que Camba le ayu- dó a ocultarse después de que el empresario, en noviembre de 1933, se fugara de la cárcel tras so- bornar a dos funcionarios. Por eso, cuando, aca- bada la Guerra Civil, March, agradecido, le dijo a Camba que pidiera lo que quisiera, el articulista, conocedor de que March tenía reservadas de for-
it necessary to travel to Madrid to deal with any important proceeding, bringing in an uninter- rupted ow of businessmen, middlemen, wily salesmen and opportunists.
It was decided at this time to make the oor lo- cated on the level of the Plaza de Cánovas del Castillo more pro table. The company Iberia rented most of the oor and installed its main headquarters there and asked City Hall for per- mission to place the bus station for the Barajas airport in front of the company’s new o ces. Various shops were opened alongside these o ces. A movie theatre, named the Cinema Palace, was installed in the section of the oor that opened onto the street of San Jerónimo. Another novelty was Marquet’s decision to make the restaurant service, which until then had been subleased to concessionaries, part of the same company that ran the hotels.
Also during these years, Julio Camba began liv- ing at the hotel. Luis G. de Candamo describes Camba, a writer, columnist and gastronome, as ‘an extremely elegant man who dressed in per- fectly tailored suits, English shoes and wore a hat, but had no money’. According to Candamo, Camba knew Juan March from before the war. In 1932, when the Cortes removed parliamenta- ry immunity from the businessman because of his relations with the dictatorship of Primo de Rivera, and March was placed in the prison of Alcalá de Henares, Camba apparently helped him to hide after the businessman managed
to escape from prison in 1933 after bribing two
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