Page 70 - LIBRO PALACE HOTEL MADRID
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el palacio del Buen Retiro y alguna institución religiosa como el monasterio de los Jerónimos, con carácter muy excepcional. Mucho más tarde, cuando llega al trono el rey Carlos III, decide dotar a la ciudad de un espacio lúdico, y surge el pro- yecto del Salón del Prado —entre Atocha y Cibe- les— en el que se enlazarán elementos escultóricos y ornamentales con un amplio paseo arbolado, desarrollando un programa iconográ co de clara raíz ilustrada, al dedicar las principales fuentes del salón a personajes mitológicos como la diosa Cibe- les, Neptuno y Apolo. En este espacio promovido por el monarca ilustrado, la ciencia debería ocu- par un lugar privilegiado, por lo que se construye un observatorio astronómico y el Gabinete, Acade- mia y Museo de Historia Natural, que terminará convirtiéndose en el Museo del Prado. El Palace Hotel se ubicará junto a este eje neoclásico de am- pliación de Madrid, situado en el lado de la ciudad opuesto al Palacio Real.
Cuando se inicia la construcción del hotel,
en 1911, Madrid ya hace algunos años que ha saltado la cerca de Felipe IV y ha visto crecer muchos edi cios en los nuevos barrios de Sa- lamanca, Argüelles y Embajadores previstos
en el Ensanche del ingeniero Carlos María de Castro, de 1859. Éste era un plan de crecimiento urbano en el que se envolvía el centro histórico de Madrid con nuevos barrios residenciales, pero se respetaba un viario radial con centro
en la Puerta del Sol. En cualquier caso, la co- municación entre los barrios que entonces eran periféricos —Salamanca y Argüelles— no se podía hacer a través del casco viejo, por lo que a
Trabajos de encofrado durante la realización de la estructura de hormigón armado del Palace Hotel de Madrid. La fotografía Verascope se guarda en el Fondo Documental Ferrés i Puig con el número 2.268.
Construction work with planks during the placement of the reinforced concrete of the Palace Hotel of Madrid. The Verascope photograph is from the Fondo Documental Ferres i Puig, and listed as number 2,268.
tain royal possessions like the palace of El Buen Retiro and religious institutions such as the monastery of Los Jerónimos. Much later, King Charles III, upon reaching the throne, decided to equip the city with an area of leisure by cre- ating the Salon del Prado (between Atocha and Cibeles), where sculptural and ornamental ele- ments were combined with a broad, tree-lined promenade, developing an iconographic pro- gram clearly in the style of the Enlightenment with the main fountains of the zone dedicated to mythological gures such as the goddess Cibeles (Cybele), Neptune and Apollo. In this space created by the monarch of the Enlighten- ment, science would naturally occupy a privi- leged spot, as evidenced by the construction of the Observatorio Astronómico and the Gabi- nete, Academia and Museo de Historia Natural that later became the Museo del Prado. The Palace Hotel will be located at this neo-classical axis of Madrid’s enlargement, located on the op- posite side of the city from the Palacio Real.
When construction on the hotel began in 1911, Madrid had for some years now expanded be- yond the walls of Philip IV and had witnessed many new buildings rise in the new neighbour- hoods of Salamanca, Argüelles and Embajadores planned in the Ensanche by the engineer Carlos María de Castro, in 1859. This was the urban enlargement plan that surrounded the historic centre of Madrid with new residential neigh- bourhoods, but which respected a radial street plan whose centre was located at the Puerta del Sol. At any rate, communication between the