Page 84 - LIBRO PALACE HOTEL MADRID

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iban a suponer un reto para Eduard Ferrés, ya que se trataba de un problema técnico de gran com- plejidad, superior a la de cualquier obra que se hu- biera realizado hasta aquel momento en España.
Antes de comentar el proyecto original de Eduard Ferrés para el Palace Hotel conviene destacar la gran minuciosidad con la que se documentó el arquitecto de Vilassar antes de iniciar el diseño. Nos consta que en febrero y marzo de 1910 via-
jó a París y que permaneció en el Palace Hotel
de Bruselas analizando el edi cio y trabajando
en colaboración con los ingenieros de la rma belga. En mayo del mismo año se encontraba
en Madrid con Marquet, con sus técnicos y los
de la constructora, para rmar la compra del solar. A nales de junio estaba en París, donde conoció los mejores hoteles (Palace, Carlton, Astoria, Quai d’Orsay, Mercedes, Majestic), y en otras ciudades centroeuropeas con el mismo n. Las visitas se tradujeron en numerosos dibujos a mano alzada y con medidas, además de una es- pléndida colección de fotografías realizadas con una cámara Verascope que permitía la cción de las tres dimensiones. En ese mismo viaje trabajó en Bruselas proyectando el Palace Hotel con la asesoría de Ghende y otros técnicos, de manera que, al trazar ese primer proyecto para el Palace, contaba con referencias de lo mejor que existía en el continente. A partir de esta experiencia, pudo manejar un amplio repertorio formal, dentro
del gusto ecléctico y afrancesado propio de los grandes edi cios de la edad de oro de la hotelería, que serían el escenario en el que la belle epoque desarrollaría su brillante comedia que terminaría
problem of greater complexity than any other work realised in Spain up until that moment.
Before commenting on Eduard Ferrés’ original project for the Palace Hotel, mention should be made of the great care taken by the architect from Vilassar on gathering preparatory docu- mentation before actually beginning the hotel’s design. In February and March of 1910, he trav- elled to Paris and stayed at the Palace Hotel in Brussels to analyse the building and work in col- laboration with the engineers of the Belgian rm. In May of the same year he was in Madrid with Marquet, with his own technicians and those of the builder, to sign the purchase of the lot. At the end of June, he was in Paris, where he became familiar with the city’s best hotels (Palace, Carl- ton, Astoria, Quai d’Orsay, Mercedes, Majestic), and visited other cities of Central Europe with the same objective. He made numerous draw- ings on these visits with measurements, as well as a splendid collection of photographs realised with a Verascope camera that created the illu- sion of three dimensions. On this same trip, he worked in Brussels planning the Palace Hotel with the aid of Ghende and other technicians, and so counted with the best references existing on the continent as he drew up the rst designs for the hotel. With this experience, he was able
to manage a broad formal repertoire within the eclectic and Frenchi ed taste to which the large buildings of the golden age of hotels belonged; these grand places were the stage where the belle époque developed its brilliant comedy that end- ed in tragic drama. In July and August of 1910,