Page 1437 - Spanish Bible (Reina Valera 1960)
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1433 Lucas 22. 59–23. 11
Hombre, no lo soy. Como una hora después, otro afirmaba, 59
diciendo: Verdaderamente también éste estaba con él, porque
es galileo. Y Pedro dijo: Hombre, no sé lo que dices. Y en se- 60
guida, mientras él todavía hablaba, el gallo cantó. Entonces, 61
vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra
del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me ne-
garás tres veces. Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente. 62
Y los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de él y le 63
golpeaban; y vendándole los ojos, le golpeaban el rostro, y le 64
preguntaban, diciendo: Profetiza, ¿quién es el que te golpeó?
Y decían otras muchas cosas injuriándole. Cuando era de día, 65, 66
se juntaron los ancianos del pueblo, los principales sacerdotes
y los escribas, y le trajeron al concilio, diciendo: ¿Eres tú 67
el Cristo? Dínoslo. Y les dijo: Si os lo dijere, no creeréis; y 68
también si os preguntare, no me responderéis, ni me soltaréis.
Pero desde ahora el Hijo del Hombre se sentaré a la diestra del 69
poder de Dios. Dijeron todos: ¿Luego eres tú el Hijo de Dios? 70
Y él les dijo: Vosotros decís que lo soy. Entonces ellos dijeron: 71
¿Qué más testimonio necesitamos? porque nosotros mismos lo
hemos oído de su boca.
Levantándose entonces toda la muchedumbre de ellos, lle- 23
varon a Jesús a Pilato. Y comenzaron a acusarle, diciendo: 2
A éste hemos hallado que pervierte a la nación, y que prohibe
dar tributo a César, diciendo que él mismo es el Cristo, un rey.
Entonces Pilato le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los 3
judíos? Y respondiéndole él, dijo: Tú lo dices. Y Pilato dijo 4
a los principales sacerdotes, y a la gente: Ningún delito hallo
en este hombre. Pero ellos porfiaban, diciendo: Alborota al 5
pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea
hasta aquí. Entonces Pilato, oyendo decir, Galilea, preguntó 6
si el hombre era galileo. Y al saber que era de la jurisdicción 7
de Herodes, le remitió a Herodes, que en aquellos días tam-
bién estaba en Jerusalén. Herodes, viendo a Jesús, se alegró 8
mucho, porque hacía tiempo que deseaba verle; porque había
oído muchas cosas acerca de él, y esperaba verle hacer alguna
señal. Y le hacía muchas preguntas, pero él nada le respondió. 9
Y estaban los principales sacerdotes y los escribas acusándole 10
con gran vehemencia. Entonces Herodes con sus soldados le 11