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Sábado 4 Agosto 2018

Sin embargo, Ajicám, hijo de Safán, aguas profundas; que no me arrastre la
protegió a Jeremías e impidió que corriente, que no me trague el Abismo,
fuera entregado en manos del pueblo que el Pozo no se cierre sobre mí. R.
para ser ejecutado.
Yo soy un pobre desdichado, Dios
Palabra de Dios. mío, que tu ayuda me proteja: así alaba-
ré con cantos el nombre de Dios, y pro-
COMENTARIO clamaré su grandeza dando gracias. R.
Al igual que a Jesús ante Caifás y Que lo vean los humildes y se ale-
el Sanedrín, donde lo declaran reo gren, que vivan los que buscan al Señor:
de muerte por blasfemo. Jeremías porque el Señor escucha a los pobres y
está ante el tribunal del pueblo y no desprecia a sus cautivos. R.
los jefes y es declarado también
reo de muerte por haberse atre- ALELUIA
vido a anunciar la destrucción del Mt 5, 10
Templo de Jerusalén. Y se le abre
un proceso público. El profeta, Aleluia.
con humildad y entereza, hace su Felices los que son perseguidos por
propia defensa: es Dios quien le practicar la justicia, porque a ellos les
ha enviado a decir lo que ha dicho pertenece el Reino de los Cielos.
y, además, deja la puerta abierta: Aleluia.
«enmienden su conducta y Dios
se arrepentirá del mal con que EVANGELIO
los ha amenazado». Por su parte, Evan ge lio de nues tro Señor Jesu cris to
se muestra disponible a lo que se gún san Mateo 14, 1-12
quieran hacer con él: tiene la con-
ciencia tranquila. Porque es cosa La fama de Jesús llegó a oídos del
de Dios. Esto mismo sucedió con tetrarca Herodes, y él dijo a sus alle-
Jesús cuando estaba ante Pilato gados: «Este es Juan el Bautista; ha
(Mt. 27,24-25). Por eso la figura resucitado de entre los muertos, y
de Jeremías ante los tribunales es por eso se manifiestan en él poderes
imagen de la de Jesús. Él sí fue milagrosos.»
llevado a la muerte por su liber- Herodes, en efecto, había hecho
tad al denunciar los males de su arrestar, encadenar y encarcelar a
sociedad y proponer un estilo de Juan, a causa de Herodías, la mujer
vida que trastornaba los planes de de su hermano Felipe, porque Juan le
los dirigentes de su pueblo. decía: «No te es lícito tenerla.» Herodes
quería matarlo, pero tenía miedo del
pueblo, que consideraba a Juan un
SALMO profeta.
Sal 68, 15-16. 30-31. 33-34 El día en que Herodes festejaba su
(R.: cf. 14) cumpleaños, la hija de Herodías bailó
en público, y le agradó tanto a Herodes
R. Respóndeme, Dios mío, en el tiempo que prometió bajo juramento darle lo
de gracia. que pidiera.
Instigada por su madre, ella dijo:
Sácame del lodo para que no me hun- «Tráeme aquí sobre una bandeja la ca- 13
da, líbrame de los que me odian y de las beza de Juan el Bautista.»