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Porque no sa bían lo que era. Entonces sobre ellos el maná, les dio como ali-
Moisés les expli có: «Este es el pan que el men to un trigo celes tial. R.
Señor les ha dado como ali men to.»
Todos comie ron un pan de ánge les,
les dio comi da hasta saciar los. Los lle-
Palabra de Dios.
vó hasta su Tierra santa, hasta la Mon-
taña que adqui rió con su mano. R.
COMENTARIO
Los judíos, cuando estaban en el 2° LECTURA
desierto, murmuraban contra Moi- Lectura de la carta del após tol
sés y Aarón porque pasaban ham- san Pablo a los cris tia nos
bre y sed. Se acordaban de las ollas de Efeso 4, 17.20-24
de carne que comían cuando eran Hermanos: Les digo y les reco mien do
esclavos en Egipto. Algo parecido en nom bre del Señor: no pro ce dan como
puede pasarnos también a noso- los paga nos, que se dejan lle var por la fri-
tros ante las dificultades que tene- vo li dad de sus pen sa mien tos. Pero no es
mos que sufrir muchas veces en el eso lo que uste des apren die ron de Cristo,
presente. Fácilmente tendemos a si es que de veras oye ron pre di car de él
pensar, con el poeta, que cualquier y fue ron ense ña dos según la ver dad que
tiempo pasado fue mejor. Pero esto resi de en Jesús. De él apren die ron que
muchas veces no es verdad; lo que es pre ci so renun ciar a la vida que lle va-
debemos hacer es afrontar con va- ban, des po ján do se del hom bre viejo, que
lentía y resolución las dificultades se va corrom pien do por la seduc ción de
del momento, porque cada tiempo la con cu pis cen cia, para reno var se en lo
tiene su afán propio y con quejar- más ínti mo de su espí ri tu y reves tir se del
nos no arreglamos los problemas. hom bre nuevo, crea do a ima gen de Dios
Toda la vida es paso, tránsito, de- en la jus ti cia y en la ver da de ra san ti dad.
sierto, y debemos pensar que el
momento presente es siempre el Palabra de Dios.
más importante para nosotros. La ALELUIA
vida es una sucesión ininterrumpida Mt 4, 4b
de momentos presentes. Debemos
confiar en que Dios nos va a dar en Aleluia. El hom bre no vive sola men te
cada momento lo que más nos con- de pan, sino de toda pala bra que sale de
viene. Aunque algunas veces nos la boca de Dios. Aleluia.
resulte difícil entenderlo.
EVANGELIO
Evan ge lio de nues tro Señor Jesu cris to
SALMO se gún san Juan 6, 24-35
Sal 77, 3 y 4bc.23-24.25 y 54
(R.: 24b) Cuando la mul ti tud se dio cuen ta de
que Jesús y sus dis cí pu los no esta ban
R. El Señor les dio como ali men to un allí, subie ron a las bar cas y fue ron a
trigo celes tial. Cafarnaún en busca de Jesús. Al encon-
Lo que hemos oído y apren di do, lo trar lo en la otra ori lla, le pre gun ta ron:
que nos con ta ron nues tros padres, lo «Maestro, ¿cuán do lle gas te?» Jesús les
narra re mos a la pró xi ma gene ra ción: res pon dió: «Les ase gu ro que uste des me
son las glo rias del Señor y su poder. R. bus can, no por que vie ron sig nos, sino
por que han comi do pan hasta saciar se.
Mandó a las nubes en lo alto y abrió Trabajen, no por el ali men to pere ce de-
16 las com puer tas del cielo: hizo llo ver ro, sino por el que per ma ne ce hasta la