Page 72 - Revista agosto 2018.indd
P. 72

Jueves 23 Agosto 2018

                                                     EVANGELIO
         cluso los desplantes de su pueblo,
         sus idolatrías, no serán capaces de   Evan ge lio de nues tro Señor Jesu cris to
         cambiar el corazón de Dios, que       se gún san Mateo 22, 1-14
         seguirá queriendo a su pueblo haga
         lo que haga. Yahvé no se va a que-  Jesús les habló otra vez en parábo-
         dar quieto ante el delirio de su pue-  las, diciendo: «El Reino de los Cielos
         blo. Les va a enviar un agua que lo   se parece a un rey que celebraba las
         purifique de todas sus inmundicias.   bodas de su hijo. Envió entonces a sus
         Hará todavía más: les cambiará su   servidores para avisar a los invitados,
         corazón, convertirá su corazón de   pero estos se negaron a ir.
         piedra en un corazón de carne, que
         sea capaz de cumplir los preceptos   De nuevo envió a otros servidores
         y mandatos que les ha enseñado y   con el encargo de decir a los invita-
         de amarlo a Él con todas sus fuer-  dos: “Mi banquete está preparado; ya
         zas, un corazón capaz de adorarlo   han sido matados mis terneros y mis
         sólo a Él como lo que es: el único   mejores animales, y todo está a pun-
         Dios y Señor de la tierra. “Ustedes   to: Vengan a las bodas.” Pero ellos no
         serán mi pueblo y Yo seré su Dios”.  tuvieron en cuenta la invitación, y se
                                          fueron, uno a su campo, otro a su ne-
                                          gocio; y los demás se apoderaron de
                   SALMO                  los  servidores, los maltrataron  y los
          Sal 50, 12-13. 14-15. 18-19     mataron.
                 (R.: Ez 36, 25)             Al enterarse, el rey se indignó y
       R. Los rociaré con agua pura, y ustedes   envió a sus tropas para que acabaran
       quedarán purificados.               con aquellos homicidas e incendiaran
                                          su ciudad. Luego dijo a sus servidores:
         Crea en mí, Dios mío, un corazón   “El banquete nupcial está preparado,
       puro, y renueva la firmeza de mi espíri-  pero los invitados no eran dignos de él.
       tu. No me arrojes lejos de tu presencia   Salgan a los cruces de los caminos e
       ni retires de mí tu santo espíritu.       R.  inviten a todos los que encuentren.”
                                             Los servidores salieron a los cami-
         Devuélveme la alegría de tu salva-
       ción, que tu espíritu generoso me sos-  nos y reunieron a todos los que encon-
       tenga: yo enseñaré tu camino a los im-  traron, buenos y malos, y la sala nup-
       píos y los pecadores volverán a ti.    R.  cial se llenó de convidados.
                                             Cuando el rey entró para ver a los
         Los sacrificios no te satisfacen; si   comensales, encontró a un hombre
       ofrezco un holocausto, no lo aceptas:   que no tenía el traje de fiesta. “Amigo,
       mi sacrificio es un espíritu contrito, tú   le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el
       no desprecias el corazón contrito y hu-  traje de fiesta?.” El otro permaneció
       millado.                                            R.  en silencio. Entonces el rey dijo a los
                                          guardias: “Atenlo de pies y manos, y
                   ALELUIA                arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí ha-
                Cf. Sal 94, 8ab           brá llanto y rechinar de dientes.”

         Aleluia.                            Porque muchos son llamados, pero
         No endurezcan hoy su corazón, sino   pocos son elegidos.»
   70  escuchen la voz del Señor.         Palabra de Dios.
         Aleluia.
   67   68   69   70   71   72   73   74   75   76   77