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Viernes 24 Agosto 2018
ROJO - FIESTA - P
Semana 20º durante el año
San Bartolomé, unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por
los siglos de los siglos.
apóstol
Bartolomé, cuyo nombre sig-
nifi ca hijo de agricultor, conoció a Je- LITURGIA DE LA PALABRA
sús por intermedio del apóstol Felipe.
Cuando el Señor lo vio le dijo: “He aquí 1º LECTURA
un verdadero israelita en quien no hay Lectura del libro del Apocalipsis
engaño”. Bartolomé le dijo: ¿cómo me 21, 9b-14
conoces?, te he visto debajo de la hi-
guera, antes que Felipe te llamara. Ante El Angel me dijo: «Ven que te
tanta revelación, Bartolomé le dijo: “Tú mostraré a la novia, a la esposa del
eres el Hijo de Dios, el rey de Israel”, Cordero.»
Jesús le respondió, “me crees por lo que Me llevó en espíritu a una monta-
te he dicho, verás cosas mayores”. San ña de enorme altura, y me mostró la
Bartolomé predicó por la India, y por Ciudad santa, Jerusalén, que descen-
Armenia. Se cree que murió decapitado día del cielo y venía de Dios. La gloria
a orillas del mar Caspio. Las reliquias de de Dios estaba en ella y resplandecía
san Bartolomé se encuentran en Roma. como la más preciosa de las perlas,
como una piedra de jaspe cristalino.
Estaba rodeada por una muralla de
“Este es un verdadero gran altura que tenía doce puertas: so-
israelita, un hombre sin bre ellas había doce ángeles y estaban
escritos los nombres de las doce tribus
doblez” de Israel. Tres puertas miraban al este,
otras tres al norte, tres al sur, y tres
al oeste. La muralla de la Ciudad se
RI TO DE EN TRA DA asentaba sobre doce cimientos, y cada
uno de ellos tenía el nombre de uno de
Antífona de entrada los doce Apóstoles del Cordero.
Cf. Sal 95, 2-3
Proclamen, día tras día, la salvación de Palabra de Dios.
Dios; anuncien su gloria entre los pueblos.
Se dice “Gloria”. COMENTARIO
La Ciudad Santa de la visión del
Oración colecta Apocalipsis quiere signifi car la cul-
Padre, fortalece en nosotros la fe por minación del Reino, a la que todos
la cual el apóstol san Bartolomé se unió estamos destinados. El autor quie-
profundamente a tu Hijo, y concéde- re mostrarnos la Nueva Jerusalén,
nos, por sus ruegos, que tu Iglesia sea donde nuestro mundo se hace cie-
sacramento de salvación para todos los lo, donde la Iglesia, fundada y sus-
pueblos. Por nuestro Señor Jesucristo, tentada en Cristo y los apóstoles,
72 tu Hijo, que vive y reina contigo en la