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Sábado 25 Agosto 2018
me hablaba desde la Casa, mientras el para su pueblo y sus amigos. Su salva-
hombre permanecía de pie junto a mí. ción está muy cerca de sus fieles, y la
La voz me dijo: «Hijo de hombre, este Gloria habitará en nuestra tierra. R.
es el lugar de mi trono, el lugar donde
se asienta la planta de mis pies. Aquí El Amor y la Verdad se encontra-
habitaré para siempre en medio de los rán, la Justicia y la Paz se abrazarán; la
israelitas.» Verdad brotará de la tierra y la Justicia
mirará desde el cielo. R.
Palabra de Dios.
El mismo Señor nos dará sus bienes
COMENTARIO y nuestra tierra producirá sus frutos. La
El profeta nos está invitando a Justicia irá delante de él, y la Paz, sobre
prestar mucha atención a cuanto la huella de sus pasos. R.
ve y escucha. Él, que vio a los des- ALELUIA
terrados de su patria, no podía con-
cebir verlos regresar sin reconstruir Mt 23, 9b. 10b
el templo. Vio y contempló cómo Aleluia.
la Gloria de Dios se le mostraba No tienen sino un padre: el Padre ce-
para llenar de nuevo el templo. Y lestial; sólo tienen un doctor, que es el
ante esa visión Ezequiel cae con el Mesías.
rostro a tierra, postrándose, ado- Aleluia.
rando la Gloria de Dios. Dios lo
renueva todo. No podemos dejar EVANGELIO
de recordar los fracasos, las malas Evan ge lio de nues tro Señor Jesu cris to
experiencias vividas, para no vol- se gún san Mateo 23, 1-12
ver a caer en los mismos fallos. Y
así construir nuestro templo. Eze- Jesús dijo a la multitud y a sus
quiel nos infunde esperanza ante discípulos: «Los escribas y fariseos
esta reconstrucción, también la del ocupan la cátedra de Moisés; ustedes
templo de nuestro interior. Imagi- hagan y cumplan todo lo que ellos les
nar, soñar un nuevo Israel así como digan, pero no se guíen por sus obras,
lo soñó Ezequiel. ¿Somos capaces porque no hacen lo que dicen. Atan
de soñar hoy en medio de todo lo pesadas cargas y las ponen sobre los
que vivimos, de estos tiempos de hombros de los demás, mientras que
dificultad, de crisis, con un nuevo ellos no quieren moverlas ni siquiera
mañana donde el Sol brillara en con el dedo. Todo lo hacen para que
cada amanecer y así ver la Gloria los vean: agrandan las filacterias y
de Dios que se nos está mostrando alargan los flecos de sus mantos; les
e invitando a vivir? gusta ocupar los primeros puestos en
los banquetes y los primeros asientos
SALMO en las sinagogas, ser saludados en
Sal 84, 9ab. 10-14 (R.: cf. 10b) las plazas y oírse llamar “mi maestro”
por la gente. En cuanto a ustedes, no
R. La gloria del Señor habitará en nues- se hagan llamar “maestro”, porque
tra tierra. no tienen más que un Maestro y to-
dos ustedes son hermanos. A nadie
Voy a proclamar lo que dice el Se- en el mundo llamen “padre”, porque
76 ñor: el Señor promete la paz, la paz no tienen sino uno, el Padre celestial.