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nin gún defec to, sino santa e inma cu la- uste des quie ren irse?» Simón Pe dro le
da. Del mismo modo, los mari dos deben res pon dió: «Señor, ¿a quién ire mos?
amar a su mujer como a su pro pio cuer- Tú tie nes pala bras de Vida eter na.
po. El que ama a su espo sa se ama a sí Nosotros hemos creí do y sabe mos que
mismo. Nadie menos pre cia a su pro pio eres el Santo de Dios.»
cuer po, sino que lo ali men ta y lo cuida.
Así hace Cristo por la Iglesia, por Palabra del Señor.
noso tros, que somos los miem bros de
su Cuerpo. Por eso, el hom bre deja rá
a su padre y a su madre para unir se a COMENTARIO
su mujer, y los dos serán una sola car- Lo que Jesús les dice a los suyos
ne. Este es un gran mis te rio: y yo digo nos lo podría decir a nosotros.
que se refie re a Cristo y a la Iglesia. En “Hay algunos de ustedes que no
cuan to a uste des, cada uno debe amar a creen”: esas son sus palabras.
su mujer como a sí mismo, y la espo sa ¿Habrá entre los bautizados de
debe res pe tar a su mari do.
nuestra parroquia, entre los miem-
bros de nuestra comunidad religio-
Palabra de Dios.
sa, diócesis o familia algunos que
no creen? Sería impresionante una
ALELUIA respuesta afirmativa. Y lo más pro-
Cf. Jn 6, 63c. 68c
bable es que así sea. Tal vez algu-
no de nosotros no cree de verdad,
Aleluia. mantiene dudas, vive como si no
Tus pala bras, Señor, son Espíritu y
Vida; tú tie nes pala bras de Vida eter na. creyera. Con este evangelio en el
corazón debemos avanzar hacia
Aleluia.
nuestro interior, examinarnos en
EVANGELIO profundidad, sin juicios pero con
Evan ge lio de nues tro Señor Jesu cris to exactitud. ¿creemos o no cree-
según san Juan 6, 60-69 mos? ¿Cómo demostramos nues-
tra fe?
Muchos de sus dis cí pu los decían:
«¡Es duro este len gua je! ¿Quién puede Se dice “Credo”.
escu char lo?» Jesús, sabien do lo que
sus dis cí pu los mur mu ra ban, les dijo: Oración de los fieles
«¿Esto los escan da li za? ¿Qué pasa-
rá, enton ces, cuan do vean al Hijo del El final de esta serie de lecturas en tor-
hom bre subir donde esta ba antes? El no a la Eucaristía se resume en la ins-
Espíritu es el que da Vida, la carne de piración de Pedro: “¡Señor sólo Tú tie-
nada sirve. Las pala bras que les dije nes palabras de vida eterna!”, por eso
son Espíritu y Vida. Pero hay entre uste- nuestra súplica hoy es:
des algu nos que no creen.» En efec to, R. SEÑOR: ¡QUÉ NO NOS ALEJEMOS
Jesús sabía desde el pri mer momen to DE TI!
quié nes eran los que no creían y quién 1. Por el Papa, los obispos y sacerdo-
era el que lo iba a entre gar. Y agre gó: tes, para que fieles a su vocación
«Por eso les he dicho que nadie puede crezcan en santidad todos los días.
venir a mí, si el Padre no se lo con- OREMOS.
ce de.» Desde ese momen to, muchos 2. Por todas las naciones del mundo
de sus dis cí pu los se ale ja ron de él y para que acudan sin temor a Aquél
80 deja ron de acom pa ñar lo. Jesús pre- que tiene palabras de Vida Eterna.
OREMOS.
gun tó enton ces a los Doce: «¿Tam bién