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Jueves 2 Agosto 2018

       yo tratarlos a ustedes, casa de Israel,   ¡Alaba al Señor, alma mía! Alabaré
       como ese alfarero? -oráculo del Señor.   al Señor toda mi vida; mientras yo exis-
       Sí, como la arcilla en la mano del al-  ta, cantaré al Señor.                          R.
       farero, así están ustedes en mi mano,   No confíen en los poderosos, en
       casa de Israel.»                   simples mortales, que no pueden sal-
                                          var: cuando expiran, vuelven al polvo, y
       Palabra de Dios.                   entonces se esfuman sus proyectos.R.
                                             Feliz el que se apoya en el Dios de
                COMENTARIO                Jacob y pone su esperanza en el Señor,
        Una buena noticia nos da el Se-   su Dios: él hizo el cielo y la tierra, el
        ñor. “Hemos caído” no en manos    mar y todo lo que hay en ellos.         R.
        de bandidos, de malhechores, de
        traficantes de drogas, de jueces in-           ALELUIA
        justos… No, tenemos mucha más              Cf. Hech 16, 14b
        suerte, “hemos caído” en manos de
        Dios. Estamos en buenas manos.       Aleluia. Señor, toca nuestro corazón,
        Porque es nuestro Padre, que, cuida   para que aceptemos las palabras de tu
        de nosotros, se preocupa de noso-  Hijo. Aleluia.
        tros, busca siempre nuestro bien.            EVANGELIO
        Nos ama tanto que ha sido capaz   Evan ge lio de nues tro Señor Jesu cris to
        de enviarnos a su propio Hijo, y ya    se gún san Mateo 13, 47-53
        nunca nos dejará huérfanos, siem-
        pre nos acompañará en todos los      Jesús dijo a la multitud: «El Reino
        caminos que la vida nos depare.   de los Cielos se parece también a una
        Hasta que lleguemos a la patria pro-  red que se echa al mar y recoge toda
        metida. Lo mismo que Jesús, que   clase de peces. Cuando está llena, los
        en los momentos más dramáticos    pescadores la sacan a la orilla y, sen-
        de su existencia, cuando el dolor y   tándose, recogen lo bueno en canastas
        el abandono de los suyos hicieron   y tiran lo que no sirve. Así sucederá al
        mella en él, puso su vida en Dios:   fin del mundo: vendrán los ángeles y
                                          separarán a los malos de entre los jus-
        “en tus manos, Padre, encomien-   tos, para arrojarlos en el horno ardiente.
        do mi  espíritu”, y  su Padre,  no lo   Allí habrá llanto y rechinar de dientes.
        abandonó, lo rescató de la muer-  ¿Comprendieron todo esto?».
        te… también nosotros, queremos       «Sí», le respondieron.
        poner nuestra vida, nuestros días,   Entonces agregó: «Todo escriba con-
        nuestros afanes, nuestros desvelos,   vertido en discípulo del Reino de los
        nuestras luchas… nuestra persona   Cielos se parece a un dueño de casa
        en manos del mejor Alfarero del   que saca de sus reservas lo nuevo y lo
        barro humano que es Dios, nuestro   viejo.»
        Padre, sabiendo que también a no-    Cuando Jesús terminó estas parábo-
        sotros, al final, nos rescatará para   las se alejó de allí.
        siempre de la muerte.
                                          Palabra del Señor.
                   SALMO
         Sal 145, 1b-2. 3-4. 5-6b (R.: 5a)         COMENTARIO
                                            El evangelio de hoy nos define per-
       R. Feliz el que se apoya en el Dios de   fectamente a la Iglesia: ella se dedi-  7
       Jacob.
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