Page 12 - Proyecto de Filosofia II: Autores
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educador  debe  esperar  con  confianza  la  marcha  natural  de  la  educación  e

                  intervenir lo menos posible en el proceso de la formación.

                  La educación del niño debe comenzar desde su nacimiento y debe impedirse

                  que adquiera  hábitos de los cuales pudiera llegar a ser esclavo. La educación

                  religiosa, no debe ser confesional y debe realizarse, no es la infancia, sino en la
                  edad de la razón. En su libro “El Contrato Social”, rescata la necesidad de las

                  personas, durante toda su vida, de consejo y guía. En su texto "El Emilio", atacó
                  al  sistema  educativo  de  su  época,  pues  mantiene  que  los  niños  deben  ser

                  educados a través de sus intereses y no por la estricta disciplina.


                  Dado su alejamiento de los enciclopedistas de la época y su enfrentamiento con
                  la Iglesia Católica, por sus polémicas doctrinas, su estilo literario cambió. Sus

                  obras autobiográficas dieron un vuelco fundamental en la literatura europea; a
                  tal  punto  que  es  considerado  uno  de  los  precursores  del  Romanticismo.  Las

                  obras suyas que más influyeron en su época fueron Julia, o la Nueva Eloisa

                  (1761) y Emilio, o De la educación (1762), ya que transformaron las ideas sobre
                  la familia. Otras obras muy importantes son El contrato social y el Discurso sobre

                  el origen de la desigualdad entre los hombres.


                  Fue escritor, filósofo, botánico, naturalista y músico de la ilustración, a pesar de
                  las profundas contradicciones que lo separaron de los principales representantes

                  del movimiento. Sus primeros años de vida, de especial dureza, marcaron su
                  existencia y su pensamiento. Debido a motivos religiosos, la familia Rousseau

                  se exilió a Ginebra cuando era una ciudad-estado independiente.


                  Isaac Rousseau era relojero, y formaba parte de un grupo de artesanos del barrio
                  de Saint-Gervais. Su madre, Suzanne Bernard, murió a los nueve días después

                  del  parto  y  Jean-Jacques,  fue  criado  por  su  tía  materna  y  su  padre  Isaac
                  Rousseau, le educa en casa leyendo con él toda suerte de novelas e historias,

                  entre ellas Astrea de D'Urfé y las Vidas Paralelas de Plutarco. Estas lecturas

                  avivaron la fantasía de Rousseau y acrecentaron su sensibilidad.

                  Trabajó  en  el  catastro  de  Saboya  y  dio  lecciones  de  música,  diez  años  de

                  lecturas, estudios, obras literarias de poca monta, aventuras, viajes, rupturas y

                  regresos a Annecy, hasta que se produce la ruptura definitiva con la mujer que




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