Page 8 - Proyecto de Filosofia II: Autores
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autoridad humana es algo que requiere justificación, y es aceptada
automáticamente por pocos; un mundo donde la desigualdad social y política
también parece cuestionable; y un mundo donde la autoridad religiosa enfrenta
una disputa significativa. Podemos plantear la cuestión en términos de la
preocupación por la igualdad y los derechos que el pensamiento de Hobbes
anunció: vivimos en un mundo donde todos los seres humanos se supone que
tienen derechos, es decir, las reivindicaciones morales que protegen sus
intereses básicos. Pero, ¿qué o quién determina cuáles son esos derechos? ¿Y
quién los hará cumplir? En otras palabras, ¿quién ejercerá los poderes políticos
más importantes, cuando la suposición básica es que todos compartimos los
mismos derechos?
Podemos ver la importancia de Hobbes si lo comparamos brevemente con los
pensadores políticos más famosos antes y después de él. Un siglo antes, Nicolás
Maquiavelo había hecho hincapié en las duras realidades del poder, así como
en recordar las antiguas experiencias romanas de libertad política. Maquiavelo
aparece como el primer pensador político moderno, porque como Hobbes, ya no
estaba preparado para hablar de política en términos establecidos por la fe
religiosa (de hecho, era aún más ofensivo que Hobbes para muchos creyentes
ortodoxos) una disciplina secular divorciada de la teología. Pero a diferencia de
Hobbes, Maquiavelo no nos ofrece una filosofía comprensiva: tenemos que
reconstruir sus puntos de vista sobre la importancia y la naturaleza de la libertad;
sigue siendo incierto que, los principios Machiavelli se basa en su aparente
alabanza de la política de poder amoral.
Ética y naturaleza humana
El pensamiento moral de Hobbes es difícil de separar de su política. En su
opinión, lo que debemos hacer depende en gran medida de la situación en la
que nos encontramos. Donde falta la autoridad política (como en su famosa
condición natural de la humanidad), nuestro derecho fundamental parece ser
salvar nuestras pieles, por cualquier medio que creamos oportuno. Donde existe
la autoridad política, nuestro deber parece ser bastante sencillo: obedecer a los
que están en el poder.
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