Page 16 - Revista Casa del Encuentro
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Un lugar para ser y estar
Gabriel Berrios
Una de las cosas que puede denir la forma en que funciona la
Casa del Encuentro es que en ella no existen ni se ofrecen
talleres ni actividades programadas. En nuestra experiencia,
esto es justamente lo que suele costar más explicar y que
entiendan las personas que visitan por primera vez la Casa
¿Para qué sirve un lugar que no
ofrece actividades ni talleres?
Que no haya nada denido de antemano permite que la Casa
se vaya construyendo, día a día, a través de las diferentes
formas de ser y estar de las personas que se encuentran en este
lugar. Una de las reexiones que hemos podido extraer de la
experiencia de nuestro trabajo es que “en Casa del Encuentro
ningún día es igual al otro”, dado que cada día asisten
diferentes personas, se desarrollan diferentes juegos, distintas
conversaciones, etc. Todo lo que ocurre aquí surge de lo que
traen y proponen los niños, cuidadores e interventores. Todo
depende de cómo se haga uso del espacio, de cómo se va
construyendo el lugar.
En este sentido, Casa del Encuentro es un lugar donde se
permite la libertad de ser uno mismo. Es lo que facilita a los
niños y a sus cuidadores elegir un modo particular de ocupar el
espacio, acorde a la forma de ser de cada uno. Lo más genuino
emerge de esta manera: es lo que permite conectarse con otros
o con uno mismo, abriendo la posibilidad de comprenderse
mejor a sí mismo y a los demás, a la socialización temprana de
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