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OPINIÓN

¿ES FELIZ LETICIA?

Letizia Ortiz es la reina consorte de España por su matrimonio con el Rey Felipe VI. Antes del mismo
Letizia era periodista y trabajó en varios medios de comunicación, agencias, periódicos, y después
televisión, en este medio dio sus primeros pasos en la cadena de noticias CNN+, también como enviada
especial a varios conflictos, después se incorporó a Televisión Española, donde trabajó en Informe
Semanal, hasta que empezó a presentar el Telediario de las nueve de la noche, trabajo que desarrolló
hasta pocos días antes de su compromiso con el príncipe. Hace ahora 15 años Letizia Ortiz dejó
definitivamente su carrera de periodista y se trasladó al Palacio de la Zarzuela, pasando de desempeñar
una profesión “normal y corriente”: a ser primero “Princesa de Asturias” y más tarde “Reina de España”
Es indudable que Letizia ingresó en una familia compleja y por tanto su adaptación a la vida de palacio
ha sido también compleja. Pero tampoco lo ha tenido fácil con la opinión pública, siempre se le ha
cuestionado su origen “no real”, ella es plenamente conocedora del rechazo que su persona genera en
muchos sectores de la sociedad. No fue educada para reina, su título es el de “Reina”, pero en realidad
es más bien la esposa del Jefe del Estado.
La Reina Letizia aún no ha encontrado su sitio, pero tampoco los españoles no saben muy bien como
considerar a esta nueva reina, ya que no procede de una familia de sangre azul. Se la tacha de
excesivamente altiva, hasta soberbia, en definitiva, una persona que no sabe estar y que no ha
interiorizado su papel como representante de la Institución Monárquica y las obligaciones que ello
conlleva, que ignora que las formas son fundamentales a la hora de preservar la Institución y, para
colmo, continuamente se la compara con su antecesora la Reina Sofía.
Ella en su afán de agradar y estar a la altura quiere estar siempre perfecta, tanto de formas, lo que la
lleva a veces a resultar fría y distante, como de aspecto, cambia constantemente de vestuario, de
peinado, de imagen, sus sonados retoques estéticos son un ejemplo. Y toda esa tenacidad, esos deseos
de cumplir a la perfección su papel, de hacerlo mejor que una “Reina de verdad” no sé si hacen de ella
una mujer feliz, pero sí que la convierten en una persona que intenta hacer su trabajo lo mejor que
puede, aunque en ocasiones esto la conduzca a una profunda infelicidad.
No es fácil reinar en un país como España, donde un número importante de ciudadanos no quiere se
español, y mucho menos tener como jefe del Estado a un Rey. Pero mucho más complicado es aún reinar
cuando los propios miembros de la dinastía reinante han tenido comportamientos inadecuados que han
puesto a la Institución en entredicho. Sea su carácter fuerte o más o menos difícil, la Reina está
enfrentándose a esta situación de ser la nueva Reina de España con dignidad y profesionalidad.
Considero que le falta mucha proyección y un peso mucho mayor dentro de la Casa Real, sin embargo
desempeña un papel fundamental como apoyo al Rey Felipe VI, y también gracias a ella, el Rey de
España es hoy uno de los monarcas más preparados, ofreciendo seguridad y aplomo en sus
intervenciones, también ahí la Reina juega un papel clave, pero en la sombra.
Carla Fernández Alba. 2º Bachillerato A

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