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OPINIÓN

De lo efímero y de lo permanente

Como todos ya sabemos el pasado 20 de octubre el pueblo de Moal recibió a SSMM los Reyes, el motivo
de la visita fue la entrega a sus habitantes del premio “Pueblo Ejemplar 2018”
Don Felipe y Doña Letizia estuvieron en Moal unas horas en las que, entre otras cosas, dedicaron unas
palabras a las gentes del pueblo y saludaron a todo aquel que quiso, que no fueron pocos.
Todo salió como estaba planeado, mejor dicho: muy bien planeado, ya que aunque los Reyes solo se
quedaron hasta después del almuerzo, todo lo que hubo detrás para que esto fuera posible supuso días,
semanas, meses, e incluso años de trabajo, y es que los vecinos de Moal llevaban bastante tiempo
realizando actividades, organizando cuentas, trabajando juntos para ser merecedores del galardón, y ya
era el segundo año que el pueblo optaba a tal distinción.
Pero una vez que el premio se hubo fallado, los preparativos arreciaron, y en el mes previo al gran día,
se llevó a cabo la reparación de aproximadamente cinco muros derruidos, repartidos por todo el pueblo,
y la sustitución de otros tantos por barandillas más prácticas, se arreglaron tramos de la carretera de
acceso y también de la calle principal del pueblo, asfaltándola de nuevo, se pintaron casas, se
desbrozaron márgenes de carreteras y caminos, se podaron ramas bajas que caían sobre éstos…En fin,
se realizó una auténtica “limpieza general” de Moal. Y en este afán de mostrar la mejor cara, hasta se
evitó que las vacas pasaran del prado a sus cuadras durante la semana antes, para que no “pisaran lo
fregao”.
Pero no solo hubo preparativos materiales, también hubo en Moal esos días un importante despliegue
de seguridad, hasta allí llegaron un número elevado de policías y agentes de seguridad, todos los
habitantes de la zona, o los que se esperaba que asistiesen ese día, hubieron de facilitar datos
personales como su DNI o las matrículas de sus vehículos…
Y para mejorar las comunicaciones entre Moal y el resto del país, y también como una medida de
seguridad más, se amplió la cobertura de la telefonía móvil con la instalación de antenas provisionales,
y los medios de comunicación colocaron numerosas cámaras a lo largo del pueblo para llevar a cabo sus
conexiones y sus posteriores crónicas, también se dispuso de una carpa con capacidad para más de 300
personas, que iba a ser el lugar de encuentro de todos los vecinos con las distintas autoridades y, por
supuesto, con los Reyes.
Todas estas actuaciones, además de preparar a Moal para la visita real, mejoraron y beneficiaron
considerablemente al pueblo para un tiempo más largo, por tanto se puede decir que también son parte
del premio, y ahora los vecinos, que han conseguido que esto ocurra, sienten que todo el esfuerzo y
tiempo dedicado ha valido la pena.
Sara Ramos Montoya. 4º ESO D

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