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El caso histórico viene determinado por las calles Mayor, calle La Fuente y calle Rafael Fernández. La calle Mayor como
parte del camino que desde el centro de Asturias y Galicia llevaba a la Meseta por Leitariegos. La calle Rafael Fernández

comunicaba la calle Mayor con la iglesia, hoy basílica de Santa María Magdalena. La calle La Fuente abría el camino hacia el
alto Narcea.
Las funciones del casco histórico fueron muchas: residencial, comercial, artesanal, religiosa y de gobierno de la villa y el
concejo. Encontramos edificios importantes como la citada basílica, palacios como el de Omaña y el del conde Toreno, hoy

Ayuntamiento. Como muchos cascos históricos sufrió un deterioro porque las viviendas antiguas fueron abandonadas. A
finales del S. XX y principios del XXI se rehabilita en parte para aprovechar su potencial turístico y recuperar la función
residencial que nunca llegó a perder.
El “ensanche” se produce a finales del siglo XIX. La calle Uría como travesía de la carretera denominada entonces La Espina-
Ponferrada, hoy AS-213. Comenzaron a construirse allí viviendas para la burguesía canguesa, si bien muy despacio hasta la

segunda mitad del siglo XX cuando se produce el boom urbanístico. El Barrio Nuevo y la calle pintor Luis Álvarez como
travesía de la carretera denominada entonces Ouviño-Cangas de Tineo, en esta parte se construirían talleres artesanos y
viviendas destinadas a ellos y a obreros.
Hoy la calle Uría es la más comercial de la villa, en ella se encuentran muchas cafeterías y tiendas. Como edificio destacar el

chalet de Adralés, antes llamado del Soliso por el “americano” que lo mandó construir.
La periferia será todo lo demás. El crecimiento de la villa de Cangas se produce a partir de la década de los 60 del S. XX y
principalmente a partir de la crisis del petróleo de 1973, al subir el precio del petróleo se exploto el carbón de la cuenca del
Narcea. La población de la villa aumentó mucho y se construyeron muchas viviendas de forma un tanto anárquica y
desordenada. Las funciones en la periferia de distribuyen por zonas: residencial como por ejemplo en los barrios de El Fuejo

y La Cogolla, industrial en Obanca y El Reguerón, deportiva en el mismo Reguerón, etc. Destacamos como edificios
principales el polideportivo de El Reguerón y el museo del vino en el barrio de Santiso.
Podemos concluir que la villa de Cangas del Narcea dispone de un plano lineal, se mantuvo con escaso desarrollo hasta el
siglo XX cuando la explotación de la minería produjo un boom urbanístico. Hoy se está revalorizando el casco histórico para

usos turísticos, comerciales y residenciales.
Yuying Pan y Daniel García – 3º ESO-D

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