Page 19 - KARRY ON numero 1
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LIFESTYLE
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Las tres reglas sexuales que siguen
las parejas felices
El sexo frecuente y una relación duradera y feliz
son dos conceptos completamente compatibles,
aunque se suele pensar que con el tiempo el deseo
tiende a desaparecer.
Muchas parejas son capaces de mantener los nive-
les de pasión altos durante años e incluso décadas.
Existen maneras muy diversas de conectar en la in-
timidad pero siempre son necesarios respeto, amor
y cariño, según afirman los terapuetas sexuales.
Estos ingredientes son los que forjan las bases de
los tres hábitos sexuales que tienen todas las pa-
rejas felices que remarcar los especialistas en esta
cuestión:
1. Buscan tiempo para la intimidad: algunas parejas tienen una vida social, familiar o laboral tan
intensa que encontrar el momento para estar los dos solos es un desafío. No obstante, es impor-
tante dedicar un esfuerzo extra a esta tarea para que la vida sexual no decaiga ya que fortalece
la conexión entre ambos.
2. Tienen sexo cuando ambos quieren: hacerlo por compromiso solo porque el otro tiene ganas
puede provocar el efecto contrario al deseado, es decir, que al final se sienta como una obliga-
ción.
Una estrategia para que el deseo no se apague es mostrar a la otra persona el interés que des-
pierta en uno.
3. No demandan cosas imposibles: cumplir las fantasías del otro es una forma de romper con la
rutina y ampliar la variedad de los encuentros sexuales, pero ese no debe ser el único objetivo de
la intimidad.
Se debe entender que cada encuentro no puede ser especialmente particular, sino que lo funda-
mental es conectar, darse placer y mostrar el amor que sienten por el otro.
Uno de los sustentos básicos de cualquier relación es una intimidad satisfactoria y plena, por lo
que es bueno incorporar hábitos para cuidar ese aspecto del vínculo. Dejar de tocar al otro y no
compartir momentos de intimidad hace que la necesidad de contacto no se produzca y, de forma
paulatina, se desactive el deseo.
Esto causa que cada vez se vuelva menos probable que surjan espontáneamente las ganas de
tener sexo, algo que tiene consecuencias catastróficas para cualquier relación de pareja.