Page 25 - Memoria Anual 2020
P. 25
Pero bien, para tener una idea íntegra a cerca del Gran Arquitecto del Universo, es necesario volver a explorar los orígenes de dicho término, allá por 1717 en la formación de la Gran Logia de Londres, la cual, seguidamente a su fundación, tuvo la imperiosa necesidad de crear su Constitución, donde por primera vez se utilizó el termino Landmark, que son, como todos sabemos, principios fundamentales de derecho masónico y que la Gran Logia recientemente creada, no podía modificar en el futuro. Ahora bien, no es propósito de este trazado analizar los Landmarks, sino centrarnos simplemente al que se refiere a la creencia en la existencia de Dios, considerado como Gran Arquitecto del Universo.
La gran mayoría de los autores dedicados al estudio de la presente premisa, consideran que la acepción Gran Arquitecto del Universo, se refiere a la creencia del Dios de los cristianos. Incluso algunos afirman que, antes de la creación de Gran Logia de Londres, tanto en Inglaterra como en Escocia, era una condición imprescindible que el candidato profesara la religión cristiana para poder ser iniciado en la Orden. Es ahí que nació la frase que figura en el documento original de la Constitucion de Anderson, y que seguramente todos hemos escuchado y que a su voz dice: “El iniciado no podra ser jamás un ateo estúpido ni un libertino irreligioso”. Sin embargo, suponemos que con el pasar del tiempo, esta concepción fue haciéndose mas flexible hasta llegar a lo que hoy por hoy representa, es decir, un principio creador, un ser supremo, donde cada quien es libre de asignar dicha nocion a lo que mejor se ajuste de acuerdo a su creencia personal.
Queridos hermanos, quiero hacer referencia a un párrafo de la historia de la iniciación de Pierre-Joseph Proudhon, quien fue un filósofo político y revolucionario francés del siglo XIX referido al presente tema que me parecio interesante y que a la letra dice: En la Resp. Log. Francesa “Sinceridad, Perfecta Union y Constante Amistad”, el dia 8 de julio de 1847 se iniciaba en nuestra Augusta Orden el celebre sociólogo Proudhom. Ante las tres preguntas del ritual: “¿Qué debe el Hombre a sus semejantes?, Que debe el Hombre a su país?, y Que debe a Dios?” contesto clara y concisamente: “Justicia a todos los hombres, Abnegacion y sacrificio para su país y Guerra a Dios”.
En aquella época, el ateísmo era mal recibido, y entre los HH asistentes a la magma tenida la ultima respuesta produjo desagradable efecto. Sin embargo, el valor intelectual y moral del candidato hizo que se pasara por alto su “impiedad” y fue admitido francmason.
Diez años mas tarde, el propio Proudhom reconocio que su expresión no había sido afortunada y escribia: “Pido perdón a mis respetables hermanos, por la sorpresa que les causo mi respuesta, especie de mentis lanzado a la divisa masónica, que hoy recuerdo con solemne respeto: A LA GLORIA DEL GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO”, justificaba de esa manera su nueva posición, con el trabajo siguiente: El Dios de los masones no es Sustancia, ni causa, ni Alma, ni Mónada, ni Creador, ni Padre, ni Verbo, ni Amor, ni Paracleto, ni Redentor, ni Satan, ni nada concerniente a un concepto trascendental; toda metafísica esta descartada. El Dios de los masones es la personificación del equilibrio universal: es el GRAN ARQUITECTO; El tiene el compás, el nivel, la escuadra, el mazo, todos los instrumentos de trabajo
___________________R.∙. L.∙. S.∙. “LIBERTAD” JOSE MOSTAJO LOZANO N° 80__________________