Page 30 - MANIFIESTO DEL SOCIALISMO NUEVO
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MANIFIESTO DEL SOCIALISMO NUEVO
NO OLVIDEMOS
La historia de la rebeldía ha sido escrita con el signo del trabajo.
En la antigüedad el esclavo era una cosa, su precio era la propiedad, su grito de batalla fue la dignidad de la persona, la autonomía para elegir
su destino.
El siervo del feudalismo era la cadena de la tierra y la sujeción personal, su precio era la lealtad, sus banderas de guerra fueron la libertad, la
igualdad y la fraternidad.
El asalariado moderno es el grillete de la necesidad sin medios, su precio es la enajenación, su consigna de combate es la república de la libertad
y la era de la humanidad.
La reconciliación del trabajo con el mundo y consigo mismo es su meta.
Hoy no partimos del llamado a tomar el poder, porque sin la liberación de los trabajadores de nada sirve; tampoco llamamos a cualquiera para
cambiar el mundo, sin el trabajo organizado ningún cambio tiene porvenir.
Convocamos a la liberación ideológica y organizativa del trabajo que une su interés al de la nación. A conocer y debatir su propia ideología, que
lo enlace a las grandes tendencias y fuerzas de emancipación. A constituir un poder trabajador nacional, público y social.
Por lo pronto, al variar su pensar, su existencia y su acción, inicia el cambio del mundo. La transformación de la realidad la decidirá el pueblo
organizado.
Si el pueblo está en su lugar a la hora señalada, asistirá a su cita con el destino para cumplir su misión.