Page 118 - Libro Polotitlán
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Su proceso constructivo fue acompañado con pocos recursos y materiales propios de la
región como piedra volcánica, arena (que surgió de la propia excavación para cimientos) y
nivelación del terreno, de troncos secos y de aquellos que fueron talados al elevar la presa
Santa Julia, convirtiéndola en la presa El Panal.
El proyecto tuvo un centro a partir del cual se trazaron: el ruedo, los cuartos, el comedor y
la casa, de tal modo se mantuvo durante el proceso constructivo, armonía y funcionalidad.
Consideramos así que sus desniveles se adaptaron a la topografía y el uso de materiales re-
gionales hizo un ambiente rústico, contemporáneo y acogedor, combinado con materiales
modernos, consiguiendo también espacios luminosos.
Comenzamos abriendo puertas a los amigos y ahora a otros que buscan un entorno donde
recobrar lo que la ciudad ha perdido. Esta edificación hecha con tiempo, busca ser abrigo
para familias que se quieran congregar o encuentro de compañeros de trabajo que bus-
quen un ambiente natural que les permita recordar su rumbo o hacer uno nuevo. Es un
espacio para estar y caminar, descansar y reflexionar o hacer deporte, reír, jugar, o cantar.
Diez recámaras en un ambiente naturalmente salvaje, con capacidad para hospedar hasta
40 personas, las cuales pueden realizar actividades al aire libre, en espacios cerrados o en
su taller de manualidades. Setenta hectáreas de vida silvestre con diferenciadas atmósferas,
desde vistas abiertas, hasta la intimidad del lecho del río que transita dos kilómetros por
la Barranca del Álamo.
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