Page 21 - PORTAFOLIO
P. 21
Braulio Carillo.
La derogación de la Ley de la
Ambulancia que hace el nuevo jefe de
estado, Braulio Carrillo, el 2 de
setiembre de 1835 y la fijación de la
residencia de la capital en San Juan del
Murciélago por encontrarse en el
centro de las ciudades principales
(justificación parecida a la que se
esgrimía a nivel centroamericano con el distrito federal), estallan los ánimos
localistas. Su resultado: la Guerra de la Liga (del 14 al 18 de octubre de 1835).
Empero, el levantamiento de las ciudades de Heredia, Alajuela y Cartago frente a
San José a partir del Consejo de la Liga (como se llamó su unidad) es interesante,
porque quienes lo organizaron no pudieron legitimarlo únicamente con el motivo
de la derogación de la Ley de La Ambulancia, es decir, con base en sus ambiciones
localistas. Tuvieron en cambio que recurrir a una vieja estrategia: alarmaron a la
población sobre el “peligro” que corría la religión con Carrillo en el poder,
aprovechándose de que unos meses atrás se habían derogado algunos días de fiesta
eclesiástica, se habían prohibido las procesiones fuera de los templos (11 de agosto
de 1835),46 y se había abolido el diezmo. Así, aunque el decreto sobre el diezmo se
emitió en marzo de 1835, alrededor de dos meses antes de que Carrillo llegara al
poder, tal cosa fue di- simulada por los rebeldes quienes contaban ahora con un
discurso más elaborado para justificar su alzamiento. La guerra, que duraría quince
días, sería ganada por los josefinos.
El triunfo de San José en la Guerra de la Liga (1835) brindó a los líderes militares
un protagonismo cada vez más importante en la elección de las autoridades políticas en
los siguientes años. Es esta situación la que permite a las elites políticas de San José, en
mayo de 1838, desconocer el gobierno de Manuel Aguilar (1837) y llamar al poder