Page 32 - REVISTA STAR SEP-OCT 2021
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recobrar fuerzas… al volver, empecé a tramitar otra nueva forma de
titulación. Esta nueva etapa hizo que me enamorara más de mi
carrera y de querer superarme. Empecé a planearme grandes metas
como profesionista.
En enero de 2017 fray Juan, junto con otras hermanas nos invitaron
a un retiro vocacional en la casa de retiros Agua Viva. Ese retiro me
ayudó a darme cuenta que en mí aún vivía la inquietud de querer
ser religiosa, algo que me había surgido años atrás, pero con mis
quehaceres de la vida se perdía, volvía, más no encontraba espacio
en mí.
El 21 de febrero de 2017 presente mi examen profesional con
óptimos resultados; podía recordar lo que había experimentado en
el retiro, pero el saberme ya “licenciada” me ponía en otro contexto,
para nuevos planes. Empecé pues “mi nuevo proyecto de vida” …
Me encontraba en un ambiente muy cómodo, tenía todo lo que
hasta entonces hubiera querido, buena relación familiar, buenos
amigos, en mi trabajo me había desenvuelto muy bien; todo
marchaba de maravilla.
Viví otra misión, diferente a las dos anteriores. Desde que llegué,
pareciera que me encontraba en casa, esta vez, marchó todo como
si hubiera encontrado el lugar que sin darme cuenta mi corazón
buscaba. Hubo varios signos que a mi corazón lo llevaban a
cuestionarse y poner en claro el querer ser religiosa. Presentando mi
cuestión a Fray Juan, me dijo: “Lupita te voy a llevar con las madres
de Porta Coeli, ”. Porta Coeli era el lugar donde íbamos a los retiros.
Regresando de misiones, fui a hablar con las madres para
presentarles mi inquietud a lo que me dieron la posibilidad de
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