Page 238 - CONFLICTO DEL ATLANTICO SUR E ISLAS MALVINAS
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“MIS VIVENCIAS EN EL CONFLICTO DEL ATLANTICO SUR E ISLAS MALVINAS 1982”
            personas que debían permanecer en la Base atentos a una
            posible salida. Los restantes nos trasladamos a almorzar
            al  Aeropuerto  Internacional,  nos  atendieron  de  lo  mejor,
            realmente nos parecía mentira que pudiéramos elegir el
            menú (entre tres comidas), si bien todas eran a base de
            carne de cordero, al menos nos podíamos olvidar del locro
            por algún tiempo. Luego de almorzar algunos fuimos a la
            cabina  de  Entel,  yo  me  comuniqué  con  mi  madre,  le
            pregunté cómo se encontraban todos y qué se comentaba
            por  allí,  me  dijo  que  era  una  vergüenza  que  nosotros
            estuviéramos peleando y muchos argentinos siguieran su
            vida como si nada: desde Comodoro Rivadavia hacia el sur
            se vivía en guerra y en el resto del país se vivían ya casi
            con indiferencia los acontecimientos, que en un principio
            parecían habernos unido.Y como broche de oro nuestra
            Selección de Fútbol participaba en el Mundial de España...
            Esto me dolió y llenó de rabia.
            Regresamos al Hangar, el personal que quedó de guardia
            no tenía novedades y partieron a almorzar.
            Todos  presentimos  que  el  día  iba  a  transcurrir  sin
            operaciones  aéreas,  lo  que  nos  provocaba  un  bajón
            anímico porque nos dedicábamos con el alma a alistar los
            aviones,  cambiarles  la  configuración  toda  vez  que  lo
            ordenaban  y  dejar  nuestro  descanso  de  lado,  para  que
            después del esfuerzo los aviones no saliesen...
            A  las  17:00  Hs.  el  Mayor  Rodeyro  nos  reunió  para
            informarnos  que  habían  llegado  a  Tandil  10  aviones
            Mirage  M-5P  comprados  a  Perú,  los  que  vendrían  a
            engrosar  nuestra  dotación.  Conjuntamente  con  ellos
            vendría más personal y quizá se realizarán relevos. Nos
            expresó el orgullo que tanto él como la Superioridad sentía
            por nosotros y nos instó a seguir con las mismas ganas
            que hasta ahora. Nos explicó que la situación en las Islas
            era muy difícil, que muchas veces no se podía ordenar la
            salida de una misión pues el espacio aéreo donde se tenía
            que  operar  estaba  lleno  de  aviones  enemigos,  lo  que
            seguramente provocaría un inútil costo de vidas y material.
            Además,  nos  recordó  que  los  muchachos  que  estaban

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