Page 24 - Ebook | Amanda la niña traviesa | 2020 Editorial HL
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Editorial HL | Literatura Moderna
Los funerales de Amanda fueron celebrados, la velamos en un cementerio durante toda
una noche. Se dio aviso a la mama de su madre y llego de madrugada al velorio,
acompañada todas sus tías y primas, provenientes de las Vegas, ya que Amanda era
descendiente de una familia en donde más que hombres siempre se daban a luz hermosas
mujeres, todas leonas, cada una demostró su comprensión, me demostraron sus respetos y
me ayudaron en todo lo que se pudo. Eran mujeres muy fuertes. Además, recibirían varios
millones del seguro de vida de Amanda.
Repartimos comida y un amigo toco música de guitarra.
Llegó el amanecer y al medio día por orden de su abuela rentamos un camión para seguir a
la carroza con Amanda rumbo al cementerio al cual llegaron además de una curiosa a
parvada de aves de varios tipos, también algunos de sus profesores, personas del
vecindario y los hijos de algunos de mis amigos también.
Confieso que esta fue la primera vez que enterraba a un ser querido con tales protocolos.
Incluso se celebró una misa de cuerpo presente en la capilla del panteón. Su abuela rezo
un poco en voz alta. Se prendió incienso…
Durante el entierro llovía, así que por orden otra vez de la abuela unos amigos y yo
tomamos el féretro en hombros y lo llevamos al sitio de su enterramiento, incluso
invitamos a un pianista y ante tal show nadie se movía a pesar del chaparrón, incluso una
de sus amigas recitó un poema obscuro que ella le había dedicado en vida.
Finalmente yo dije unas últimas palabras y le di la orden a los enterradores de bajar el
ataúd y sepultarla, con uso de pala rellenaron la fosa ante mis ojos caídos a las
profundidades y sellaron la tumba.
Minutos después todos nos fuimos a casa en donde mi suegra, cuñadas y algunos amigos
agasajamos a los invitados con comida y bebida durante todo el día hasta que todos se
fueron yendo. Dejando sus condolencias.
Según el certificado de defunción de Amanda, la causa de su muerte fue un infarto
fulminante, durante el cual, ella estando dormida perdió la respiración y el conocimiento,
muriendo de repente después de un rato.
Entre sus memorias, ella dejó muchos cuentos cortos que quizá un día os comparta, pero
aquí les dejo uno de ellos.
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