Page 381 - Marketing Farmaceútico | Gregorio Zidar

individuos del resto porque tienden a estar comprometidos por su dependencia, conocen íntimamente la empresa y son los que toman las decisiones.
El agente más influyente en el sistema de poder es el CEO porque se encuentra en la cúspide de la jerarquía de autoridad.
El gerente general puede emplear cinco tipos de poder: recompensa (al asignar bonos y establecer políticas salariales), coacción (poder despedir a un empleado), de referencia (basado en la identificación de su liderazgo) y el derivado de la habilidad (sus competencias). El quinto tipo, el legítimo, es el más importante de todos ya que, como personas de confianza del directorio, éste le garantiza el poder formal sobre las actividades de la compañía.
Los operarios son los trabajadores que, dentro de diversas tareas, son los res- ponsables directos de la fabricación de medicamentos. Suelen tener baja iden- tificación con el laboratorio y escaso poder de influencia.
Una tercera categoría engloba a los gerentes intermedios que se encuentran en la línea de autoridad jerárquica (entre el CEO y los supervisores del primer nivel). Nos referiremos a éstos como gerentes de línea («line managers»). Cuanto más alto el puesto, mayor será su injerencia en las decisiones.
Los analistas de la tecnoestructura son los especialistas del personal que están relacionados con el diseño y funcionamiento de los sistemas de planeamiento y de control formal, gente como los analistas técnicos, los contables de costes y los que planifican a largo plazo. Es una posición en la cual no tienen técnica- mente poder alguno para tomar decisiones.
En quinto lugar, se encuentra el personal de asistencia, que comprende a los empleados especializados de la plantilla que proveen apoyo indirecto a los operarios y al resto de la compañía. Tales son los casos de los encargados de mantenimiento, el cocinero del comedor o aquellos que manejan las rela- ciones públicas. Es el grupo que menor poder tiene dentro de la coalición interna porque trabajan en lugares distintos de la empresa y no tienen capacidad de organizarse. Además, la firma puede tercerizar sus servicios.
Finalmente, hay un actor que técnicamente es inanimado pero que de hecho muestra todos los indicios de tener vida propia, y es la ideología del laboratorio: el grupo de creencias que comparten sus influyentes internos y que lo distingue de sus competidores.
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