Page 492 - Marketing Farmaceútico | Gregorio Zidar

La (incómoda) visita al urólogo
¿En qué consiste una visita de rutina al urólogo? Luego de una charla inicial en donde el paciente expondrá sus antecedentes y el motivo de la consulta, el médico usará unos guantes para explorar visual y manualmente el pene y los testículos: el color de la piel, si existieran lesiones o anomalías; las condiciones y capacidad de retracción del prepucio y las ingles.
El paciente no debería sentir vergüenza ya que en promedio el urólogo ve entre 15 o 20 genitales diarios. Pero la realidad indica que sí les da rubor, y ni que hablar cuando llega el momento de la exploración rectal.
No obstante, la mayor incomodidad suele darse cuando el motivo de la visita es la disfunción eréctil o la eyaculación precoz. El hombre siente que su virilidad está en duda y que es un tema muy reservado (la cultura machista suele bromear sobre esta problemática). No obstante, estas afecciones son más frecuentes de lo que se cree (aquí impera la cultura de la negación) y hoy hay medicamentos para recuperar una vida sexual plena. El paciente debiera transformar esa inco- midad en esperanza al salir del consultorio.
| El marketing
Realizar campañas pu-
blicitarias sobre cer-
vezas o restaurantes
permite que el marke-
ting lleve la creatividad
al límite. Esto sucede
porque son productos
que transmiten alegría,
camaredería y puntos
de encuentro entre las personas. Lo propio ocurre con los relojes o autos de lujo, donde la misión es transmitir prestigio y sentido de pertenencia.
Todo lo contrario, sucede con los medicamentos: los mensajes suelen ser con- servadores y cuidados y las promesas al cliente deben ser realistas. Sin em- bargo, existen segmentos terapéuticos donde es posible emplear la creatividad e imaginación. Uno de ellos es el de la disfunción eréctil.
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