Page 493 - Marketing Farmaceútico | Gregorio Zidar

Ya hemos analizado las campañas de Viagra y Magnus, que rompieron con todos los paradigmas farmacéuticos. Cialis tomó la posta con el mismo espíritu.
| Roemmers, Finadiet y Sidus
El laboratorio que más se destaca en urología es Finadiet, tal es así que es uno de los que claramente ha focalizado su estrategia en pocas especialidades, siendo aquélla la más relevante.
A través de sus marcas Finasterin (finasteride), Ludasterin (dutasteride), Pisono (solifenacina), Darifin, Cruzal Uro (hialuronato) y Tansiloprost (tamsulosina) ha logrado un sostenido posicionamiento en las recetas del profesional. Y por su- puesto que no podía quedar afuera del segmento de la disfunción eréctil. Par- ticipa con Bifort (sildenafil) y Tadal (tadalfilo).
No obstante, Roemmers y Sidus son los líderes absolutos del tadalafilo y silde- nafil, respectivamente. Siendo mercados inmensos, sus performances los ubican a la par de Finadiet.
La diferencia es que Sidus ha logrado una magnífica performance con Magnus, pero pobres e inesperados resultados con Magnus 36. En cambio, Roemmers arrasa con Invictus (tadalafilo) y secunda a Magnus en la otra molécula (Vimax).
| Los dos creadores de la revolución
La revolución la comenzó Pfizer y la perfeccionó Eli Lilly. Pocos medicamentos han sido tan disruptivos y famosos como el Viagra, no tanto por el desarrollo científico (es una molécula sencilla en comparación con un anticuerpo mono- clonal), sino por haber satisefecho una necesidad, casi un grito desesperado de muchos hombres. El secreto del marketing es encontrar esa necesidad no atendida, y Pfizer lo hizo con creces.
Eli Lilly tomó la posta y Cialis logró penetrar el segmento rápidamente gracias a una innegable ventaja comparativa: su mayor duración de acción. Pero el tadalfilo no hubiese logrado un éxito tan repentino sino hubiera sido por el cambio cul- tural que significó el Viagra.
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