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LA PSIQUIATRÍA Y SUS MÚLTIPLES SUBESPECIALIDADES
Un pasado controvertido
En el siglo XIX surgió por primera vez el concepto de “enfermedad mental” y la psiquiatría hizo su ingreso definitivo a la medicina. Pero fue un ingreso plagado de controversias.
Los enfermos mentales eran recluidos en asilos donde recibían “tratamientos mo- rales” con el fin de disminuir su “confusión mental” y “restituir la razón”. En los años treinta se introdujeron varias prácticas médicas cuestionables, incluyendo la inducción artificial de convulsiones (por medio de electroshock, insulina y otras drogas) o mediante cercenar porciones del cerebro (lobotomía o leucotomía). Ambos procedimientos se usaron ampliamente en psiquiatría, pero hubo mucha oposición, basada en cuestionamientos morales, efectos nocivos o mala utili- zación.
En la década del 50, nuevas drogas, especialmente la clorpromazina (anti- psicótico), fueron diseñadas en laboratorios y gradualmente suplantaron a los tratamientos más controvertidos.
El psiquiatra
Pese a la variedad de destrezas y conocimientos que debe adquirir un psiquiatra en formación, pensamos que este profesional es, antes que nada, un médico. Esta ciencia no trata sobre el alma o el espíritu. Los límites entre el conocimiento científico y los terrenos de la filosofía, la religión e incluso el esoterismo, no han sido nítidos a través de los tiempos.
La historia de la aceptación de la psiquiatría como un campo de la medicina y el inicio del estudio científico de los trastornos mentales, es una narrativa repleta de creatividad y coraje, de estancamiento y dudas. Aún en la actualidad, todavía mucha gente le tiene aprehensión a esta especialidad. El tradicional énfasis de la psiquiatría en los factores emocionales y biológicos de la conducta humana la ha distanciado de otras especialidades médicas.
A medida que el “cientificismo” de la medicina fue creciendo en diagnósticos y terapias, los galenos fueron insistiendo en observaciones estadísticamente sig- nificativas y en resultados reproducibles. En los últimos años se ha reducido enormemente la ignorancia y fantasía que frecuentemente acompaña a la
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