Page 502 - Marketing Farmaceútico | Gregorio Zidar
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Muchos de estos especialistas suelen pasar más tiempo dentro del quirófano que en el consultorio.
Los AINES y corticoides
El mercado de ambas especialidades es de proporciones considerables en gran medida debido a los antiinflamatorios no esteroideos (AINES), un grupo variado y químicamente heterogéneo de fármacos principalmente antiinflamatorios, an- algésicos y antipiréticos. Los antiinflamatorios derivados de los corticoides son sustancias de origen esteroideo de potente acción, pero que cursan con impor- tantes efectos secundarios.
Dentro del grupo de los AINES se hallan el ácido acetilsalicílico, ibuprofeno, pa- racetamol y diclofenac, aunque la lista es mucho más extensa. Por otro parte, los corticoides más empleados son hidrocortsiona, betametasona y dexameta- sona, drogas que parecen “mágicas” por su notable eficacia y rapidez de acción.
Los antiinflamatorios, independientemente de su origen, son recetados tanto por reumatólogos y traumatólogos, aunque estos últimos suelen utilizarlos más por los procesos quirúrgicos y tratamientos de emergencia (inyecciones de corti- coides). Además, son prescriptos comúnmente por otras especialidades, como neumonología, oftalmología y dermatología.
La crisis de los opioides
Un opioide es cualquier agente que se une a receptores opioides situados en el sistema nervioso central y en el tracto gastrointestinal. Este tipo de productos son prescriptos principalmente por el traumatólogo por sus propiedades analgé- sicas de gran potencia. Los fármacos más conocidos son la morfina, codeína, oxicodona, fentanilo y tramadol.
Por desgracia, en Estados Unidos son muy conocidos por su alto poder adictivo. Todo comenzó con la Guerra Civil Norteamericana (1861-1865), donde el amplio uso de la morfina dejó unas 400.000 víctimas adictas a este fármaco, más cono- cida como “enfermedad del soldado”, ya que fue el analgésico de preferencia desde su venta como alcaloide aislado del opio.
Los años fueron transcurriendo y la adicción era cada vez más notoria, al punto de ser rotulada como la “crisis de los opioides”. Esta problemática quedó refle-
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