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Fenomenología del rencoroso                                                                         Opinion C11
Tanto en la versión origi-       Pocos tienen los recursos        lo traicionó o denigró, es tal,                                      Miércoles 23 Septiembre
nal de la célebre House of       y perseverancia estratégica      que olvidará sus anteriores
Cards (la novela de Michael      de Frank Underwood, pero         posiciones y principios, y          Rogelio Arce: La felicidad como
Dobbs), como en la de Net-       el odio del amigo resentido      hará de viejos enemigos sus       meta personal debe ser compartida
flix, el motor de Frank Un-      suele devolverse, con mayor      nuevos amigos. Luego los
derwood para destrozar la        o menor saña, como un pu-        analistas, muy serios, nos       Puede sonar egoísta el término personal, pero lo hago como
vida política y personal de      ñal difícil de anticipar.        hablarán de “realineamien-       referencia, dado que todos los hombres y mujeres person-
su amigo el presidente es el     Estoy convencido: detrás de      tos de fuerzas”, y puede ser,    almente formamos la sociedad; por lo cual mi referencia de
rencor. Confiaba en que le       la clientelar colocación en      pero la navaja de Ockham         meta personal debe entenderse como el esfuerzo que cada
darían un puesto que final-      puestos de Gobierno de per-      suele afilarse en la piedra de   cual debe hacer por sí solo, nadie puede darnos “la felicidad”,
mente dieron a otro.             sonas cercanas a los círculos    las bajas pasiones.              ya que esta es un estado interior de cada uno. No hay error
A partir de ese momento,         sociales del candidato gana-     Desde luego que admitir el       mayor que creer que alguna persona u objeto nos puede dar
urdió su plan para erosionar     dor (habiendo otras mejor        dolor de sentirse maltratado     felicidad: puede hacernos sentir bien, pero eso no es felici-
al gobierno de su propio par-    cualificadas para desempe-       en lo personal es socialmente    dad (necesariamente, acaso sea bienestar); por tanto, la felici-
tido. El rencor es, sin duda,    ñarlos), está, junto a otras     ineficaz. Si usted dice: “Yo     dad está íntimamente ligada a nosotros como una dicotomía
una de las pasiones humanas      motivaciones (ya analizadas      esperaba x puesto (o x def-      mente-cuerpo, donde el vehículo que transporta nuestra
que mejor explica muchos         por Weber hace cien años),       erencia) de parte del político   mismidad es el cuerpo, sin él no podríamos interactuar con el
comportamientos de los ac-       ese temor a crearse “cuñas       tal, y como no cumplió mis       mundo que nos rodea, gente incluida. La felicidad no tiene
tores políticos.                 del propio palo” que acaben      expectativas les vengo a decir   relación directa con el bienestar económico personal, salvo en
He ahí una limitación fun-       por clavarse en el riñón de      lo mala persona que es”, si      la medida que nos impida cubrir las necesidad básicas de ali-
damental de los estudios de      una administración.              hace ese berrinche, digo, solo   mentación, abrigo y vivienda, por lo demás no es conditio sine
ciencia política (sobre todo     Pero como nunca hay tan-         pena va a causar.                qua non para ser feliz, muchas veces la abundancia material se
los cuantitativos) atentos a     tos puestos para tantos as-      Si en cambio usted disfra-       convierte en un lastre que nos impide ser felices. Tampoco
los grandes clivajes, al pens-   pirantes, y como los más         za su encono de disidencia       la privación de los bienes mínimos puede darnos oportuni-
amiento ideológico o a los       apetecibles son codicia-         política, discrepancia ide-      dad de despegar hacia un estado más placentero que pondere
impactos de la economía:         dos por muchos, todos los        ológica o, mejor, indignación    nuestra existencia y nos haga felices. Tampoco podemos ser
descuidan la dimensión           gobernantes saben que, ir-       moral, no por lo que fulanito    felices inmersos en el sufrimiento físico, pero más del no-
subjetiva de los políticos,      remediablemente, tras los        le hizo a usted, no, sino por    venta por ciento de los seres humanos están suficientemente
presuponen erróneamente          nombramientos de mayo,           lo que le está haciendo al       saludables para poder sentir placer por estar vivos y buscar
elecciones racionales en las     siempre quedará un grupo de      país, entonces usted pasa de     la felicidad. Lo primero que tenemos que hacer si deseamos
personas y se ven obligados      egos lastimados. Heridas no      chimado a crítico consciente     ser felices, es olvidar que el estado de felicidad nos será dado
a complejas teorizaciones        restañadas que más pronto        y desinteresado del desgra-      automáticamente por el dinero, el poder o el estatus social:
llenas de variables, correla-    que tarde (si el ofendido no     ciado ese que lo ninguneó.       ellos pueden engañarnos a tal punto que creamos ser felices y
ciones, causas explicativas y    es capaz de pasar página o de    ¿Ocurre solo en el mundo         al final del camino veremos que hemos sido infelices sin sa-
estadísticas sofisticadas para   fingir una sonrisa y conspirar   de la política? Claro que no,    berlo. La evolución humana inteligente como la conocemos,
descifrar lo que, en muchas      desde las cloacas del poder)     pero como tantos otros vi-       no va más allá de veinte mil años, y es en los últimos diez
ocasiones, no tiene que ver      desbordarán los diques de        cios es ahí donde mejor se le    mil que hemos sido racionales (aunque nos cuesta creerlo) y
más que con decisiones muy       la compostura y el disimulo.     aprecia, debido a la elevada     apenas siete mil en que nos hemos creado teorías y posicio-
íntimas fermentadas en los       No pasará mucho tiempo           exposición pública de ese        nes teológicas que buscan explicar lo que no tiene explicación,
jugos hepáticos de un orgul-     antes de que esos antiguos       oficio.                          buscan darnos la felicidad en la otra vida, pues aquí parece
lo herido.                       corifeos, ahora defraudados,     ¿Descalifica eso todas las       que no podemos encontrarla. Claro que hay posibilidad de
Por eso es tan importante        se conviertan en críticos fe-    críticas a los que mandan?       ser felices en esta vida, pero para eso es necesario deshacernos
complementar los sesudos         roces de la gestión del gobi-    Por supuesto que no, pero        de etiquetas inútiles y concretar lo que entendemos por feli-
análisis académicos de los       erno que los dejó “vestidos y    tenerlo presente ayuda a         cidad. Uno puede ser feliz incluso en la adversidad, se puede
procesos políticos con la lec-   alborotados”.                    comprender algunas. ¿Expli-      ser feliz sin riqueza, se puede ser feliz en un mundo cada día
tura de biografías o la conv-    El fuego amigo es el peor. El    ca eso todos los fenómenos       más materialista y lleno de maldad, porque la felicidad no es
ersación atenta al testimonio    dolor de no sentirse valora-     de ruptura o transfuguismo       más que un fenómeno interior y nosotros somos los únicos
de los actores políticos que,    dos a la altura del talento y    político? De ningún modo         que podemos escrutar dentro de nosotros mismos y elegir
ya viejos y retirados, suelen    capacidades que creen tener,     (los grandes factores estruc-    lo que queremos sentir con respecto a nosotros mismo y al
sincerarse bastante y dar a      los convierte en enemigos        turales y las diferencias de     mundo que nos rodea, aceptaremos introducirnos en nuestro
los hechos, sobre los que se     viscerales dispuestos a alzar    pensamiento siguen acer-         más íntimo rincón solo si realmente lo deseamos; la mayoría
han esgrimido las más sutiles    los sables junto a aquellos      cándonos y distanciándonos       de los humanos les huye a la meditación y a la reflexión por
teorías, explicaciones más       que, por militar en otras tien-  a los seres humanos), pero       un miedo inconsciente a reconocer lo que somos, a reconocer
pedestres y relacionadas con     das, ya estaban naturalmente     exige que, en nuestras gran-     nuestra realidad íntima. Tomado de PrensaLibre
la condición humana.             dispuestos al desguace.          dilocuentes hipótesis para
El rencor suele ser una de       El monto de la factura que       explicar esos fenómenos, no
esas “razones últimas”. Y si     carga el rencoroso, la di-       olvidemos el barro del que
ello es así en Westminster y     mensión de las cuentas que       estamos hechos los hijos de
en Washington, imagínese         tiene por saldar con el que      Adán. Tomado de Nación
en la pequeñísima Costa
Rica, donde la estrechez del     Caricatura del Día
vecindario eleva la tempera-
tura de las rencillas.           Tomado de Cristiancaricaturas
Fascinante al respecto es la
lectura de Manuel Solís Av-
endaño (en La instituciona-
lidad ajena ) sobre la violen-
cia política antes, durante y
después de la guerra civil…
las vendettas personales
agazapadas tras las grandes
causas esgrimidas, la defensa
del sufragio o de las garantías
sociales.
Egos. En esto no hay miste-
rio: no hay que ser Maquia-
velo para saber que es mala
idea ofender el amor propio
de un soldado armado con el
que se comparte trinchera.
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