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ANA: UN TESTIGO FIEL
8 Enero 2017 | Shammah Enero 2017 Shammah 9
Ésta presentándose en la misma hora, inquiriendo diligentemente por Él. La Biblia. Pero estos versículos son sufi - de Simeón como un hombre recto, cu-
daba gracias a Dios, y hablaba del ni- ironía es que muy pocos lo reconocie- cientes para establecer su reputación yo único deseo era ver “el Consuelo
ño a todos los que esperaban la reden- ron, porque no llenaba ninguna de sus como una mujer genuina y extraordi- de Israel” con sus propios ojos antes
ción en Jerusalén. expectativas. Ellos estaban esperando naria. de morir, se detuvo y entendió cuando
un líder político y militar que llegaría a oyó la gozosa bendición que pronun-
Lucas 2: 38 ser un rey conquistador y había naci- Estaba también allí Ana, profetisa, hija ció sobre Jesús.
do en una familia campesina. Proba- de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad
Es realmente notable que cuando Je- blemente anticiparon que llegaría con muy avanzada, pues había vivido con Como cada una de las mujeres extraor-
sús nació muy poca gente en Israel lo gran fanfarria y boato pero nació en su marido siete años desde su virgini- dinarias que hemos visto a lo largo de
reconoció como el Mesías. No era que un establo, casi en secreto. Los úni- dad, y era viuda hacía ochenta y cua- este libro, la esperanza y los sueños
nadie lo estuviera esperando sino que cos en Israel que lo reconocieron en su tro años; y no se apartaba del templo, de Ana estaban llenos de expectativa
la expectación mesiánica a comien- nacimiento fueron personas humildes, sirviendo de noche y de día, con ayu- mesiánica. Conocía las promesas del
zos del primer siglo, se daba a un ni- gente sin notoriedad. Los magos de nos y oraciones. Ésta, presentándose Antiguo Testamento, y entendió que la
vel muy alto. Mateo 2: 2-12 eran extranjeros y gen- en la misma hora, daba salvación del pecado y la futura ben-
tiles y aunque eran ricos, poderosos e gracias a Dios, y hablaba del niño a to- dición de Israel dependían de la llega-
Daniel en su famosa profecía sobre infl uyentes, lo eran en su propia cultu- dos los que esperaban la redención de da del Mesías. Su anhelo de verle fue
“el Mesías Príncipe” (Daniel 9: 24- ra. Pero los únicos israelitas Jerusalén. súbita y sorpresivamente colmado pa-
27), prácticamente había señalado que desde su naci- ra un día en que ella cumplía su rutina
la fecha. Él escribió “Setenta sema- miento enten- La escena es la normal en el templo.
nas están determinadas… Sabe, pues, dieron que misma que Ana aparece solamente en una viñe-
y entiende, que desde la salida de la J e s ú s v i m o s ta muy breve del Evangelio de Lu-
orden para restaurar y edifi car a Je- era el antes cas, pero su inclusión allí revela la
rusalén hasta el Mesías Príncipe, ha- d e importancia de su vida y testimonio.
brá siete semanas, y sesenta y dos fi- Fue bendecida por Dios para ser una
semanas”. Si las semanas de Daniel de entre el puñado de testigos clave,
(literalmente, “sietes” en hebreo) se que supo y comprendió, el signifi cado
entienden como un período de siete trascendente del nacimiento de Jesús.
años, Daniel está describiendo un pe- Y no hizo ningún intento por guardarlo
ríodo de 483 años en total: “siete se- en secreto.
manas” (cuarenta y nueve años) más
“sesenta y dos semanas” (434 años). Por lo tanto, fue uno de los primeros
“La orden de restaurar y construir Je- y más perdurables testigos de Cristo.
rusalén” parece referirse al decreto de Indudablemente dondequiera que el
Artajerjes (Nehemías 2: 1-8) dictado Evangelio de Lucas es proclamado, su
el 444 o el 445 a. C. Si los años eran testimonio todavía conduce a los cre-
contados por el calendario lunar de yentes hacia el Salvador. Por lo tan-
360 días, la tabla del tiempo de Daniel to, ella merece un lugar prominente en
fi jaría la aparición del Mesías Príncipe cualquier listado de mujeres extraor-
alrededor del 30 a. C. que fue el año Me- n a - dinarias.
de su entrada triunfal. s í a s , l i z a r
f u e r o n n u e s t r o En realidad, mucho sobre la extraor-
Las Escrituras registran que cuando María y Jo- capítulo an- dinaria vida de Ana puede sacarse a
Juan el Bautista inició su ministerio, sé, los pastores, terior, Simeón re- partir de los tres breves versículos de
“el pueblo estaba en expectativa, pre- Simeón y Ana. Todos cién ha tomado en sus la Escritura dedicados a su historia. El
guntándose todos en sus corazones ellos eran, básicamente, nadie. Lo re- brazos al niño Jesús y ha pronuncia- relato de Lucas está cargado de frases
si acaso Juan sería el Cristo” (Lucas conocieron porque los ángeles se lo do una bendición profética sobre Él. clave que nos dan datos asombrosa-
3: 15). En realidad, varios de los pri- anunciaron, o por alguna otra forma “En ese instante”, dice Lucas, pre- mente abundantes sobre el carácter y
meros discípulos encontraron a Cristo especial de revelación. Lucas relata sentándose Ana, inmediatamente en- la vida de Ana.
por la razón de que estaban observan- todas sus historias en sucesión, como tendió qué pasaba y quién era Cristo.
do expectantes que Él apareciera, y si estuviera llamando a múltiples tes- Quizás ella escuchó la bendición de
fueron donde Juan el Bautista, quien tigos, uno a la vez, para fundamentar Simeón. Probablemente lo conocía
anunciaba el camino de Cristo (Juan el asunto. personalmente. Ana misma era clara-
1: 27-37). mente una presencia fi ja en el templo
Al último testigo que llama es Ana. y a Simeón se lo describe como “jus-
El hecho es que, por el tiempo exac- Todo lo que la Escritura dice acerca to y devoto” (v. 25). Ambos eran muy
to en que Jesús nació, prácticamente de ella alcanza sólo a tres versículos: ancianos. Parece, no obstante, que
todos los fi eles creyentes en Israel es- Lucas 2: 36-38. Nunca más es men- sus caminos nunca se cruzaron. Pro-
taban ansiosos esperando al Mesías e cionada en ninguna otra parte de la bablemente conociendo la reputación Jhon Mcarthur
Pastor y Teólogo