Page 50 - Debate anti-utopico
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50 Debate Anti - utópico
funcionamiento competitivo del mercado; y b) la debilidad para negociar
demandas y estrategias con las empresas transnacionales (Zapata, 1993).
La relación con el Estado se presentó como la única opción prepon-
derante para ganar beneficios corporativos, aunque el fin ya no era tomar
el poder sino solamente evitar una total desaparición como actor social
y compartir el liderazgo político con otros competidores, sean éstos los
partidos políticos u otros movimientos sociales que también reivindi-
caban una posición dentro de las democracias, negando todo privilegio
histórico a la clase obrera.
Las insuficiencias del movimiento obrero fueron estratégicas e ideo-
lógicas porque expresaron una inadaptación casi total para comprender
y actuar de acuerdo con nuevas situaciones. La historia no podía repe-
tirse pero los dirigentes obreros marxistas y socialdemócratas actuaron,
muchas veces, como si pudiera repetirse la batalla desarrollista llevada a
cabo entre los años cincuenta y setenta. El proletariado latinoamericano
intentó moverse como si los escenarios fueran los mismos, enarbolando
el socialismo, la revolución de carácter únicamente declarativo y replan-
teando la teoría de la dependencia como si se tratara de defender las
estructuras industriales nacionales, cuando éstas ya estaban desmante-
ladas por los ajustes estructurales. La crisis del movimiento obrero, por
lo tanto, clausuró toda una época de idearios utópico-revolucionarios en
el continente.
La tercera faceta del desgaste tiene que ver con los efectos que el
sistema democrático tuvo en la consciencia de clase obrera y sus ima-
ginarios políticos. Uno de los errores, ya repetidos muchas veces, fue la
negación ideológica del sindicalismo proletario para aceptar a la demo-
cracia como régimen político a finales de los años ochenta. Las tesis
políticas del movimiento obrero invocaron el comunismo como la única
opción política, junto a la revolución que se impuso como una necesidad
en diferentes organizaciones sindicales. Esta necesidad revolucionaria
representó un barniz que terminó cayéndose a pedazos porque gran parte