Page 79 - Debate anti-utopico
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La izquierda desfigurada en los tiempos democráticos         79



            mucha credibilidad. Finalmente, el tercer factor tuvo que ver con el deseo
            de continuidad y prosperidad dentro de los márgenes del capitalismo.
                La preocupación de la mayoría de los ciudadanos británicos, en gene-
            ral, opta por beneficiarse de políticas sociales mínimas, pasar de largo
            frente a propuestas de cambio traumático y seguir adelante con su vida
            cotidiana más allá de la política. De hecho, Gordon Brown sucedió a
            Blair como Primer Ministro entre 2007 y 2010, repitiendo la misma
            estructura a favor del capital financiero, sobre todo para diseñar políti-
            cas que faciliten rescatar a las economías europeas de cualquier amenaza
            de crisis financiera.
                Tal como lo expresaron los editores de la influyente revista The Eco-
            nomist, la gente se siente cómoda y próspera al lado de posiciones de
            izquierda o derecha que gratifiquen un capitalismo bien consolidado,
             sin ver en el conservadurismo a una alternativa, ni en el liberalismo a
            una oferta innovadora. Si bien la juventud continúa siendo indiferente
            y crece constantemente la abstención, el Laborismo mantiene una clara
            influencia hasta hoy día en el Parlamento. Las elecciones de aquel año
            2005 marcaron profundamente la historia de la izquierda laborista en el
            Reino Unido, debido a que Blair era capaz de ganar por tercera vez conse-
            cutiva, aunque sabía que la dinámica interna de su partido podía obligarlo
            a dar un paso al costado, como efectivamente sucedió; sin embargo, esta
            izquierda británica tiene un fuerte sentido democrático porque también
            es capaz de aceptar la derrota en cualquier elección, aunque esté siempre
            unida al cordón umbilical de la globalización financiera y al poder de las
            élites capitalistas transnacionales.
                La izquierda laborista muestra de forma fehaciente que la globaliza-
            ción, la lógica de élites internacionales, los grandes bancos de inversiones
            que administran los créditos buitres para subordinar a otros países, y la
            posibilidad de mezclar políticas sociales con visiones de mercado, sien-
            tan las bases para el fin de una polarización ideológica secante entre
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