Page 57 - libro de los detalles plasticos en el arte romanico.Fernando Ezquerra Lapreta
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“Bendijo a quienes había mandado enseñar. Por ello sigue: "Y alzando las manos los
bendijo".... Habiendo subido el Señor a los cielos y habiendo adorado sus discípulos el
último lugar que pisaron sus pies, volvieron apresuradamente a Jerusalén, en donde se
les había mandado esperar la promesa del Padre. Prosigue: "Y ellos, después de
haberle adorado, se volvieron", etc. Estaban embargados de una grande alegría,
porque después del triunfo de la resurrección, habían visto a su Dios y Señor penetrar
en los cielos.”
Las pruebas textuales parecen confirmarlo. Nos encontramos ante un contexto 6
teológico de la Ascensión y no de Pentecostés. Los relieves del magnífico claustro del
monasterio de Santo Domingo de Silos constituyen en sí mismos un Tetramorfos
analógico. De hecho, así como creemos que el teólogo redactor que dirigió el trabajo
del llamado primer maestro de Silos se sirvió de las obras de Beda como autor de
referencia, opinamos que el teólogo redactor, que guió las manos de llamado segundo
maestro de Silos, utilizó como autor de referencia a Joaquín de Fiore.
De esta manera y tal como estamos acostumbrados a mirar el claustro de Silos,
hacia el norte, la disposición de los cuatro vivientes quedaría de la siguiente manera:
Sin embargo, normalmente, en la representación plástica de los Cuatro
Vivientes de un Tetramorfos, las figuras de Mateo y Juan ocupan la parte superior, al
menos una de estas dos figuras, aunque alternen su lado de ubicación, tal y como
sucede en sant Climent de Taüll (Lleida) o en san Isidoro de León.